EL MAGO
Y el mago Xantón, agitó el pañuelo rojo, sacudió la pequeña mesa gritando palabras
extrañas y cuando descorrió el velo, vio con ojos desorbitados que nada había
sucedido y la gente aplaudió igual, habían ido para ser engañados.
Y el público pedía a gritos la repetición y pedían más y más. Hasta que el
mago Xantón los miró incrédulo, sacó de nuevo su pañuelo rojo, lo volvió a
sacudir repetidas veces, lo dejó caer y tampoco el pajarito estaba en su mano.
Entonces la gente se rompió las manos aplaudiendo. Seguían viendo lo que querían
ver.
Comentarios
Publicar un comentario