ABANDONO FUTBOLERO -micro relato
Abandono
futbolero —Rolando José Di Lorenzo—
¿Cuantas
desgracias se pueden aguantar? Se
preguntó el gordo, sentado en el borde la cama. El mes pasado, el viejo que se me muere después
del tercer gol del Deportivo Cachila, la semana pasada el Carlitos, que a la
salida de la cancha le rajan la cabeza con un fierro, ayer que se me fue la
Adela; según dijo cansada de mi abandono futbolero. ¿Qué tengo que hacer Dios
mío? Soy un laburador empedernido, no jodo con minas, no chupo, no fumo. Todo
el mundo va a la cancha los domingos, todos los muchachos van a las peñas para
ayudar al equipo. Cuando voy los sábados a la cancha a ver los entrenamientos,
está lleno de gente. ¡No sé qué pretenden de mí, Diosito! No hago más que los
otros hinchas. Se levantó cansinamente y
se miró al espejo y se tironeó de la camiseta para taparse la panza, pero fue
inútil. Luego dio media vuelta y encaró la imagen de la virgen de Lujan, que
estaba en una repisita al lado del espejo. ¡Decime vos virgencita! ¿No es
cierto que todos son fanáticos como yo? Mientras
se afeitaba seguía pensando: Es cierto que yo aporto mucho para el club, gano
poco y doy mucho…eso decía la Adela,
pero es así, soy generoso, como una vez dijo el Flaco Pérez, nací con
las manos abiertas. Se puso el buzo de abrigo y salió para la peña de los
martes.
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