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Mostrando las entradas de noviembre, 2014
TE LLEGARÁ UNA ROSA -
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TE LLEGARÁ UNA ROSA — Alberto Cortez Te llegará una rosa cada día que medie entre los dos una distancia, y será tu silente compañía cuando a solas te duela la nostalgia. Te llegará una rosa cada día augurándote tiempos de ventura, compañera total del alma mía, propietaria de toda la ternura. Quisiera ser un mago fabuloso para trocar las rosas por estrellas, dejarlas en tu almohada sigiloso y que iluminen tu sueño todas ellas. Te llegará una rosa y la mañana será para "vivirla" entre comillas, tu alma escapará por la ventana de tu orilla volando hasta mi orilla. Aquellos que no tienen fantasía no podrán entender, es muy complejo, que acorta la distancia cada día recibir una rosa desde lejos. Te llegará una rosa, y día a día será como quitarle al calendario las hojas que nos faltan todavía para dejar de ser dos solitarios. Te llegará una rosa cada día, que medie entre los dos una distancia, compañera total del alma mí...
LA MUERTE DE LA ESCRITORA P.D.JAMES
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P.D. JAMES La escritora británica ha muerto en Oxford este jueves a los 94 años Es la autora de obra tan conocidas como 'Un impulso criminal' o 'Muertes poco naturales'. Phyllis Dorothy James, más conocida como P.D.James, fue autora de obras como 'Un impulso criminal', 'Muertes poco naturales', 'Intrigas y deseos', 'Mortaja para un ruiseñor' o 'Muerte de un forense', Nacida en Oxford en 1920, era hija de un funcionario y llegó a trabajar en varios departamentos gubernamentales en Inglaterra. Sin embargo, ella misma aseguraba en su página web que desde pequeña ya sabía que quería dedicarse a la literatura. "Con gran tristeza, la familia de la autora P.D. James comunica que ha muerto en paz, en su casa de Oxford, en la mañana del 27 de noviembre de 2014, a los 94 años de edad", aseguró hoy un portavoz de la familia. James vendió millones de libros en todo el mundo y muchos de ellos fueron adaptados a la tel...
DESDE LA VENTANA
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DESDE LA VENTANA En una mesa de Marechiare nos juntamos y estábamos en plena charla, cuando recordé el caso de Doña Luisa. — ¿Ustedes saben lo que le pasó a la dueña de la pinturería con Darío? — ¿Darío? ¿Quién es ese? — dijo el Negro sorprendido — El empleado de la pinturería— dije— aunque ya no está más — Si, ya se — dijo Carlitos, al que no se le escapaba nada — vos también lo conocés Negro, un tipo gordito y pelirrojo, lo que no sabía era que se había ido…además… ¿saben que es un robot? — Ya se de quien hablas, ¡no me digas que es un robot! — dijo el Negro riéndose y mirándonos a los dos — Yo tampoco lo sabía, me enteré después del lio; porque es de los nuevos y no se nota, pero ¿Les cuento o no? — Les dije haciéndome rogar — Pero ojo que esto no es una broma, pasó enserio y lo sé de buena fuente. — Seguro que te venís con un drama, aunque pensándolo bien ¿los robots tienen dramas? – me dijo Carlitos preparándose para el relato —Y… ya los hacen tan iguales a no...
CRIMINALES - Ricardo Caputo
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Ricardo Silvio Caputo . Seducía a sus víctimas como un encantador de serpientes y luego las mataba de la forma más tortuosa y brutal. Pero Ricardo Silvio Caputo, que supo ser el asesino serial más buscado de los Estados Unidos, tuvo un final abrupto e indoloro. En octubre, el argentino murió de un ataque cardíaco, mientras jugaba al básquet en una cárcel, según confirmó Clarín en fuentes del sistema penal de justicia. Caputo, de 48 años, había matado, al menos, a cuatro mujeres. No se sabe si alguien lloró por su muerte. Su hermano, Alberto Caputo, un acaudalado empresario que vive en Riverdale (la zona más rica del Bronx), retiró su cuerpo de la cárcel y todavía hoy mantiene sus cenizas en una urna funeraria en su casa. La noticia de la muerte de Caputo pasó prácticamente inadvertida para los medios de prensa, al revés de lo ocurrido en marzo de 1994, cuando el hombre se entregó a la Justicia de los Estados Unidos, después de huir durante 20 años. En ese momento, el caso del a...
EN LA PLAYA - Relato - Rolando José Di Lorenzo
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EN LA PLAYA José y el Negro, habían quedado en encontrarse a la tarde, en el lugar de siempre: Marechiare, el bar, que era más que un bar, era para ellos una especie de segunda casa. Habían recorrido muchos boliches y ninguno estaba como antes, habían cambiado los dueños, los nombres, las decoraciones, pero debajo de todas las pinturas, seguía siendo el mismo de siempre. Porque el alma de ese bar no se fue nunca, soportó decorados, cortinados, luces, maderas, pero siguió dando vueltas y vueltas, quizá como el alma de todas las cosas, siempre esta. Y un pedazo del alma de cada uno de ellos, se había mezclado hace mucho y para siempre con la del viejo bar. José salió bien temprano caminando de su casa, acostumbrado a caminar todo el día, un poco porque le hacia bien y otro poco para sacarse el aburrimiento de encima. No hacía frío ni calor, estaban en primavera, era una linda tarde, con poco viento y algo soleada...
UN ASESINATO MÁS
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Un asesinato más – Carlos Enrique Saldívar, Rolando José Di Lorenzo & Sergio Gaut vel Hartman Selma se marchó a toda velocidad del lugar del crimen mientras Virginia permanecía escuchando el chapoteo del moribundo en las aguas bajas de la laguna y la voz de Lizzy, hablándole al perro como si fuera un ser humano, parecía una de esas letanías que entonan los monjes. Habían asesinado a Matías entre las tres, y cada una de ellas reaccionó de una manera distinta, tal vez respondiendo al eco de la propia historia. El crepúsculo cayó. Virginia pensó que Selma era una floja y casi con seguridad las delataría, mientras se asombraba de la indiferencia de Lizzy, a quien solo le importaba el perro. Selma seguía corriendo aterrorizada y lo único que quería era poner distancia con el horror, mientras que Lizzy había quedado anclada en un pensamiento obsesivo: todo estará bien sin Matías; hemos hecho lo que corresponde. Virginia se puso de pie cuando la víctima dejó de moverse y advirtió qu...
AMIGOS - Relato, Rolando José Di Lorenzo
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AMIGOS No crecieron en el mismo barrio y eran diferentes hasta en el color de la piel, pero fueron amigos entrañables. Se conocieron en el club, muy jóvenes. Juntos vivieron los bailes compartieron tragos y borracheras. No se perdían fiesta de ningún tipo; todas eran bien venidas, aniversarios de clubes, de colegios, cumpleaños, fiestas de egresados y hasta de quince años, de alguna niña conocida. Todo lo hacían para divertirse y lo conseguían. Los demás muchachos conocidos o amigos trataban de imitarlos, pero no era fácil. Ellos tenían una forma de actuar hasta para los gastos, si uno no podía el otro lo ponía. Inventaron un sistema de trabajo (si se le podía llamar trabajo), hacían changas en distintas obras como electricistas (que de eso sabían) y se alternaban al hacerlo. Eran tipos tan simpáticos y hábiles, que los patrones los tomaban de esa forma (aunque siempre en negro). Si uno no podía ir, iba el otro....
RETIRANDO DE ED. DUNKEN- Antología con mi relato "La Escalera"
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VIEJO BAR DE LA ESQUINA
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VIEJO BAR DE LA ESQUINA Cuantas historias se habrán contado en tus mesas chiquitas, cuantas risas y sonrisas habrás visto, viejo bar de la esquina. ¿Cómo ha podido la gente triste, venir aquí a depositar su dolor? ¿Qué misterio encierran tus paredes? que sos el remanso del caminante, o el huracanado viento del oeste, que voló el sombrero del tanguero. Es la magia. Es la magia, que de golpe entra por tu puerta entreabierta de vidrios pequeños, esa por donde se asomó el enamorado del corazón roto, o el amante furtivo, alegre de su conquista vana. La magia que entra por donde quiere, o cuando quiere y todos los que están dentro de tu vientre, viejo bar, la sienten, la sufren, la gozan. Con tu raído toldo, otrora verde del frente, que protegió al mendigo aquella noche de lluvia y que también cobijo al viejo sabio, cansado de sobrevivir, o al novato en amores, que creyó que su Julieta, era aquella del balcón. Y tus luces, las del interior, que se niegan a iluminar ciertos rincones, d...
IMÁGENES DE ARENA
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IMÁGENES DE ARENA Era como cuando quiso recordar su sueño al despertar, sabía que algo había soñado, pero al mismo tiempo, sentía como se le iba. Las imágenes queridas y las otras, se le perdían una tras otra, en un espacio que jamás hubiera pensado que estaba tan vacío. Y así, hasta las últimas imágenes se le degradaron. Se le escaparon de las manos, se colaron entre los dedos. Como el agua del mar, como la arena seca de su playa. Y lo que le quedaba, si es que todavía hubiese algo, no sabía realmente en que espacio estaba guardado. Quizá todo, hasta los espacios que pudo llenar se le escaparon como los sueños, cada mañana.
EN QUE ESTARÁ PENSANDO ---Relato
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¿EN QUE ESTARÁ PENSANDO? Rolando José Di Lorenzo Salí de casa temprano, era sábado y el sol ya estaba a pleno, estaba terminando el verano, se acercaba el comienzo de las clases. Corría el año 1960 y casi todos empezábamos el segundo año, como es costumbre, lo primero que hice fue mirar hacia la esquina de la canchita, que quedaba a cuadra y media de mi casa y allí, apoyado sobre un palo que sostenía el alambrado estaba el Morcilla, solo, quietito, parecía metido en algo muy suyo. “¿En que estará pensando el Morcilla?” Me dije y lo primero que se me cruzó, fue el problema que tenía en su casa; él me lo había contado. Sus padres eran muy exigentes, al mismo tiempo que lo cuidaban al máximo, lo presionaban; el pobre siempre trataba de no equivocarse, se tenía que cuidar la ropa, no ensuciarla y mucho menos romperla, los zapatos, los útiles, la bicicleta, lo tenían acosado. ...
NO ME DI CUENTA - Relato
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NO ME DI CUENTA Subí las escaleras corriendo, para encontrarte cuanto antes. No podía esperar más, mis manos casi no tocaban el roble de la baranda. Mis pies no hacían ruido sobre la roja alfombra. Estaba volando hacia vos. Cuando llegué al fin, ya sin correr, caminé rápido hacia tu habitación. Carmen, la doncella, me dijo que estarías allí. Te soñaba de mil formas distintas. Y me quedé con la imagen de tu bello rostro, leyendo una novela de amor; al lado de la ventana que da al jardín, en tu sillón de pana violeta. Te imaginé así: allí sentada, absorta en las letras que desarrollaban la trama amorosa que anhelabas. Con la suave luz de la tarde que se filtraba por las cortinas transparentes. Tus finos dedos tomando el borde de la página siguiente, ansiosa por llegar al último renglón y poder seguir con la historia dándola vuelta rápidamente. No me animé a entrar por las mías, suavemente toqué la madera de la puerta y esperé el sonido de tu voz dicié...
Titulos del libro de cuentos: EL COLOR DE LA SANGRE
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PESCANDO CON NICO- relato
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PESCANDO CON NICO Llegamos temprano al muelle, había poca gente. Un viejo solitario en la punta y una pareja joven, a la que no le interesaba la pesca, sentados sobre el lado derecho. Sacamos las cosas de la bolsa, acomodamos todo a nuestro alrededor y nos sentamos, para preparar las líneas. Miraba de reojo a Nico, se lo veía muy interesado y concentrado en la preparación, pero seguía con su rostro triste. Era un chico muy callado y algo introvertido, pero de a poco había logrado llegar a él, teníamos una buena relación. Nos pusimos de pie, para lanzar las líneas, lo hicimos con buen resultado y nos sentamos a esperar. Eso es lo que hace un pescador, hacer las cosas bien, esperar y tener fe. —Si queres, mientras esperamos el pique, te puedo contar un extraño cuento, que me contó mi abuelo, hace más de sesenta años—Luego de decir esto lo miré rápidamente y vi que antes de decirme que sí, hacia un movimiento afirmativo con la cabeza y me miraba con interés. —Mi ab...
AMARILLAS SOMO EL SOL
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AMARILLAS COMO EL SOL Lanchas, amarradas una a otra, son muchas y más aún en el reflejo. Amarillas como el sol, descansan en el agua azul cielo. Danzan despacito, para que nadie se dé cuenta; ni siquiera los peces muertos en cubierta, que brillan como pedacitos de plata, con los últimos rayos del sol. Están seguras, protegidas por un rato, antes de salir a la lucha, entre los hombres y el mar; tratando de arrancarle sus frutos, de ganarse la vida. Mientras las blancas alas de las gaviotas glotonas, hacían cosquillas al aire y este, las espantaba con una brisa suave y sonriente. Juegos de aves y cielos, que solo ellos conocen. Reflejos, espejos, colores. Agua y cielo. Muelles cansados y viejos. Restos de amarras y redes rotas y espinazos antiguos.