MÍRAME UNA VEZ MAS

Mírame una vez más - Ana Caliyuri & Eduardo Poggi & Rolando José Di Lorenzo

Catalina se miró en el espejo y no le gustó lo que vio. Los ojos habían perdido color: no eran verduzcos. Eran ojos sin color. Estuvo tentada de extraérselos con una cuchara de metal sino hubiese sido porque miró el cuadro que colgaba de la pared.
Era una réplica del Guernica, la única sustancial diferencia fue que el cuadro se coloreó de verde. Catalina agitó las pestañas y volvió a mirarlo. Luego, observó la mesa de la cocina: era verde.
 Ella pintaba cuadros ―como Monet, pero sin tanto arte―. ¿Se estaría quedando ciega como él? ¿Por qué veía en verde, sería por la sensación de retro imagen que aparece en la retina como color complementario del rojo? Volvió a mirarse en el espejo y vio dos cuencas oculares vacías chorreando sangre y una boca que le ordenaba:
― ¡Mírame una vez más! ―dijo el espejo―. ¡Mírame!
Pero Catalina no pudo obedecer. ¿Había enloquecido o ya se había arrancado los ojos?
—Ya no tienes los ojos ni la boca y seguiré con todo tu ser, hasta que seamos uno solo y seré yo.

Catalina escuchaba aterrorizada, arrodillada frente al espejo maldito que quería poseerla. Quería escapar,  pero apenas podía moverse, algo la atornillaba al piso, solo pudo levantar la cabeza y volver a mirarlo, pero eran sus ojos lo que veía, llenos de miedo, pero los suyos que la miraban. Una vez más ella misma se había tendido una trampa.

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