CULPABLE DEL AMOR

De reojo pudo verlo, estaba escondido detrás de un pétalo de rosa y lo miraba fijo. Hizo de cuenta que no lo vio, siguió su camino y al poco tiempo, lo volvió a ver: lo seguía, y no lo podía creer. De pronto sintió que todos los sentimientos,  uno tras otro iban entrando y saliendo de su corazón.  Hasta que al final,  se apoderó de él  el amor. Volvió su cabeza para buscar al culpable y creyó verlo riéndose, montado en una mariposa, subiendo y subiendo.

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