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Mostrando las entradas de mayo, 2022
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La cena

  La cena — Rolando José Di Lorenzo, Ada Inés Lerner & Luciano Doti   El hombre con una sonrisa siniestra revolvía con una larga cuchara de madera el guisado que bullía en la enorme cacerola. Estaba solo, como bicho canasto, aunque don Hilario sabía que en poco tiempo irían llegando los comensales, que eran muchos. Con la larga cocción los elementos que componían la receta se iban disolviendo, pasando a hacer una crema, más que un guiso. Estaba seguro que igual les gustaría; sus parientes eran todos iguales, cuando había comida gratis, se agolpaban a la mesa y no prestaban mucha atención a lo que se les servía, solo comían y no apartaban los ojos de las fuentes, tratando de conseguir un segundo plato antes que el otro. No podía dejar de sonreír, a pesar de que con las vueltas algunas salpicaduras le enrojecían la piel de las manos. Se imaginaba a Pocho llevando la cuchara a esa bocaza que le ocupaba casi toda la cara, o a la Chona mordisqueando los trocitos de carne con ...

Bilocación

  Bilocación – Luciano Doti   &   Rolando José Di Lorenzo —Dicen que los extraterrestres están hace mucho tiempo aquí en la Tierra. —Dicen tantas cosas… ¿A qué viene ese comentario? —¿Viste Jorge, nuestro compañero, que el lunes no faltó, estuvo las ocho horas con nosotros? —Sí, ¿qué tiene? —Mi mujer lo vio a la misma hora en el centro, caminando en las inmediaciones de la Secretaría de Inteligencia. La capacidad de estar en dos lugares al mismo tiempo se conoce como bilocación. —Pará, no seas paranoico, sería uno muy parecido… —Se infiltran en los organismos de inteligencia de todos los países para controlarnos. —Pero ¿cómo puede ser Jorge un extraterrestre? —No sé si él particularmente lo es, o los extraterrestres son replicadores de cuerpos. Capaz que lo copiaron. — ¿También eso….copiones? Me parece que tenés una mala imagen de los aliens—gritó Cacho, ofuscado y agresivo. —Che, no es para tanto, ni que fueras uno de ellos—solté con toda mi gra...

El viejo

  El viejo—Rolando José Di Lorenzo- Ana María Caillet Bois – Vladimir Koultyguine El viejo ya no sentía ni los dolores que lo acompañaron toda su vida,   veía poco y oía menos, pero quizá su última obra la haría de cualquier manera. “Contra viento y marea”, o “contra los molinos de viento”, como acostumbraba a decir. La escalera era alta y estrecha, los escalones eran tan viejos como él, pero subiría, le demostraría a esos incrédulos que la vejez no lo ataba, solo lo retrasaba en su camino. Subió entonces lentamente, escalón tras escalón, sólo quería   llegar a   la terraza, el sólo quería volar hacia el sol que lo llamaba con su gran vozarrón. Pobre viejo está muy perdido piensan los hijos y los nietos, hay que controlarlo, pero como sucede con los jóvenes, se olvidaron y ahora el pobre vejo estaba haciendo equilibrio en una vetusta escalera. Paso tras paso, escalón tras escalón, el viento en la cara, memorias saliendo cual mermelada de su cabeza calva, estaba sub...

Intenciones poco claras

  Intenciones poco claras - Ada Inés Lerner & Rolando José Di Lorenzo Apenas son las seis y ya oscurece cuando me detengo a contemplar la súbita irrupción en la Estación de los pasajeros a Chacarita. Un espectáculo intrigante y multicolor que nunca me defrauda. Mi día de trabajo ha sido largo y duro y a estas horas me siento ya muy cansado, pero lo cierto es que, la muchacha de ojos claros tiene menos edad que yo, está tan enhiesta y camina tan rápido que, cuando llegamos a la calle Lacroze por poco la pierdo de vista. Desfalleciendo, acelero el paso y me digo que solo puedo seguirla pero no alcanzarla como era mi expectativa. Después de todo aún soy joven, lo que sucede es que me agrada y estoy seguro de conocerla.   Pero no la puedo alcanzar y me pregunto si quedará mal que la llame. Se me está yendo, yo me largo:   — Perdón Señorita, ¿me escucha? —Ella había quedado sola caminando adelante, se dio vuelta enseguida, me miró fijamente y como seguro no me creyó peli...

El romance secreto de Frankenstein

  El romance secreto de Frankenstein — Ada Inés Lerner,   Omar Chapi,   Rolando José Di Lorenzo   Entró en el laboratorio y lo primero que descubrieron sus ojos fue su mirada. No tenía la menor idea de cuánto tiempo había pasado fuera, pero ahora que regresaba, ella estaba ahí esperándolo sin una pisca de reproche, sin un reclamo, por el contrario, se sentía feliz de volver a verlo. —Te he extrañado tanto— dijo ella con voz dulce. —He tenido cosas que hacer —respondió él con un ligero sentimiento de culpa. Ella, se acercó y le tapó los labios con un beso. Su aliento aún olía a formol, aunque las demás funciones del cuerpo, parecían normales. —No importa —le susurró al oído —ya estás aquí y no vamos a perder el tiempo con reclamos. Era una mujer casi perfecta. Perfeccionada por él en su laboratorio secreto de la vieja casona, sabía complacerlo sin reproche; sin embargo, su obra maestra tenía un defecto. Pensaba demasiado, razonaba con total facilidad y rapidez, como...

La sirena del stud

  La sirena del stud - Claudia Lonfat   &   Rolando José Di Lorenzo La encontraron en un viejo stud de Martinez. Uno que fue muy importante hasta la muerte de su dueño, luego sus herederos, los hermanos Platt, vendieron los caballos, y finalmente el Stud, ya que ninguno estaba interesado en ese rubro. Los nuevos dueños habían reciclado la parte que daba al hipódromo, convirtiendo los boxes en locales comerciales. En el mismo predio, alejado de los locales, había una vieja construcción que estaba desde los inicios, y era donde el bisabuelo de los Platt, descansaba de su trabajo, ahora, habían decidido construir allí un restaurante. Fue en el sótano, donde la hallaron los obreros. Parece que la humedad del lugar la conservó intacta. Tenía la mitad inferior del cuerpo envuelto en una tela, como si no tuviera piernas, solo una prolongación amorfa… Los nuevos dueños, llamaron a los Platt, para ver que hacían con esa momia. El hermano mayor no quiso problemas y se d...
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La vida de un ávalo — Ada Inés Lerner, Rolando J.Di Lorenzo, Luciano Doti

  La vida de un ávalo — Ada Inés Lerner, Rolando J.Di Lorenzo, Luciano Doti   La cueva está cerca y los enemigos hocican el aire, trasponen en declive. Todo lo que queda de la covacha es una entrada. Cuantas veces escapó a las redes tendidas por múltiples enemigos, también hubo quienes se sumergieron en su habitáculo por zócalos y ventanas. Por momentos cree que está loca, pero es su destino de mísero insecto, ser perseguido por dementes lepidópteros, himenópteros y dípteros. Juegan con ella a las escondidas mientras la rozan agresivas con la intención de aterrarla. La parición de cada ávalo engendrado por ella y sus pequeños cosquillean entre las reválidas de las cosas. Por el piso cruza un rehilete. Su cuerpo disyuntivo es alcanzado y muere. Ella logró fugarse. Desencantado, dobló el envite y tupió el retozo. La luz se apaga y los ávalos huyen hasta ser menos que enervados insectos en vuelo. El resto es solo pedruzcos. A veces soy hombre, otras antrópodo. Las redes de los ...

La cápsula de crío — Rolando José Di Lorenzo, Ada Inés Lerner, Luciano Doti

  La cápsula de crío — Rolando José Di Lorenzo, Ada Inés Lerner, Luciano Doti Le habían ofrecido muchos dólares por viajar al espacio en una cápsula de crío y era una solución casi mágica para su situación desesperada. Lito estaba seguro que nada lo ataba a este planeta, salvo varios amigos que podrían extrañarlo pero de seguro podían seguir viviendo felices. Felicidad. ¡Qué palabra vana!, difícil de explicar, que cambiaba de aristas según quién o como la pronunciara o el punto de vista. Y Lito no la había conocido tanto. La nave partió con Lito en esa cápsula tipo freezer. Antes de introducirse en ella, pensó que si fracasara el despegue, si estallara como uno de esos cohetes que solían enviar a la luna hacía ya muchos años, él no se enteraría. Por un lado era una bendición, no sufriría esos segundos fatales en que la persona que viaja a bordo se percata de que va a morir, aunque también puede ser bueno tomar conciencia de cuál es el último instante de vida Pero si la cosa s...

EL VUELO—Rolando José Di Lorenzo-Ana María Caillet Bois- Vladimir Koultyguine

  EL VUELO—Rolando José Di Lorenzo-Ana María Caillet Bois- Vladimir Koultyguine El avión subía y subía, el piloto lo llevaba a toda velocidad, de esta forma probaba el nuevo prototipo, las ordenes era llevarlo al máximo posible pero cuidándolo. Él no entendía bien la consigna: ¿al máximo o cuidarlo? Mientras conducía pensaba esas cosas, al mismo tiempo que trataba de contenerse para no ser un inútil rebelde y conseguir por único resultado el estallido de la máquina. Seguía ascendiendo y cada vez más rápido, el avión era indudablemente muy bueno .Bajo una tormenta espesa, con descargas eléctricas y gruesas gotas que comenzaban a caer, dio inicio la ofensiva con más de cuarenta prototipos de todos los colores. Despacio las nubes se pintaron con lunares inquietos trenzándose entre relámpagos y truenos, sobre los aviones de papel manejados por pequeñas manos y un enredo de pájaros dejo paso a un límpido cielo. La expedición victoriosa, regresó justo cuando llamaban a cenar. A lavarse...

El tren — Rolando José Di Lorenzo, Luciano Doti & Nélida Magdalena González

  El tren — Rolando José Di Lorenzo, Luciano Doti & Nélida Magdalena González —Quiero viajar en tren —decía casi a diario Felipito, al borde de cansar a sus padres con ese pedido. Pero no entendía razones, aunque le dijeran que por allí hacía muchos años que no pasaba el tren. —La estación está abandonada, vos la ves todos los días y deberías saber que ya no pasan trenes —le repetía el padre. Pero el niño seguía insistiendo —Papá, cuando pase yo te aviso y subimos —no había caso, el niño no entendía. El padre y la madre se turnaban para acompañarlo a la estación. Entonces, permanecían sentados en el banco, bajo el techo de chapas, y veían los pájaros surcar el cielo y picotear entre las matas de pasto que crecían junto a los durmientes de madera gastada y los rieles de hierro oxidado. Ese pueblo había sido un hermoso paraje en la época en que el ferrocarril sabía ser un medio de transporte pujante. La vieja hostería tenía un pasado esplendoroso. Un día, el niño les d...