Entradas

Mostrando las entradas de mayo, 2014

BÚSQUEDA 2

BÚSQUEDA   2 Recorrió mil caminos, trepó las montañas más altas, cruzó los embravecidos mares y no lo encontró. Un eterno viejo sabio lo intentó por él: leyendo las paredes del tiempo y las gotas de lluvia y no se lo supo decir. Halló la caja de pandora, la abrió y estaba vacía. Entonces ya nada le quedó. Los misterios de la vida, no se develaron para él. 

EL PUERTO

Imagen

NI ANTES NI DESPUÉS

NI ANTES NI DESPUÉS Rolando José Di Lorenzo. La sombra entrañable de la noche, le ocultaba la cara. Ya lejos del griterío reciente y de la galleta del tránsito. Caminaba mirando al sur, de donde venía el viento. Los ojos entrecerrados, quizá por el humo del cigarrillo, que apretaba en sus labios. Con paso firme, pero lento, avanzaba hacia su destino. Esa era su noche, la noche del olvido, la del encuentro final. Había logrado al fin, viajar a su pasado y ya estaba caminando en él. Su pueblo  poco antes de nacer. El lugar y el tiempo justos, para que nada quedara de él. Quizá la guitarra y el revolver su único activo, quedarían allí y gestarían un misterio. Ya había agotado las ideas y desechado los consejos. No podía olvidar, ni perdonarse. Las culpas deben pagarse, le habían dicho hacia mucho. Por eso, esa sería la noche, la del abrazo final con la muerte, que  lo esperaría  indolente y silenciosa. Fugado de su presente, terminaría su enojo con la vida. Caminaba má...

REINAS DEL JARDIN

Imagen

ERA HORA DE IRSE

Era hora de irse. . Rolando José Di Lorenzo    Un hombre muy desagradable, narraba junto al fuego, ante un grupo de personas que lo admiraban, una de sus historias.  Y ante ellos y como sin quererlo, compuso una obra maestra. Ella, que allí solo era una figura decorativa . Se sentía ofendida, agredida. Esa historia que lo llevaría de nuevo a la gloria a ese tipo insufrible, le pertenecía.  No hacía mucho tiempo, cuando eran buenos amigos; o mucho más que eso, se la había relatado. Tratando de que el artista le ayudara con el texto. Pero esa noche lo estaba contando palabra por palabra, sin haberlo corregido en nada. Era un texto perfecto y se lo estaba adjudicando.    Luego de que todos se fueran rememorando las palabras con que el artista los había regocijado.  En un acto casi desesperado, ella, que se había quedado escondida detrás un pesado cortinado, se le acercó por detrás y con un golpe furioso en la nuca del hombre, con el pesado cenice...

LA DUDA II

LA DUDA  II  – Rolando José Di Lorenzo  &  Sergio Gaut vel Hartman No le diría nada a nadie; había llegado a esa conclusión cansado de tantos consejos inútiles. Se iría de allí para siempre. No lo verían más, total, nunca lo valoraron. No les debía nada. No les brindaría el espectáculo de un enojo o un portazo, no lo merecían. Cargaría sus pocas cosas y a recorrer los caminos del mundo, olvidándose de su pasado, que por suerte era tan corto que no le costaría mucho hacerlo desaparecer. Mientras juntaba su ropa y la metía en el bolso, Carlos pensaba en esas cosas y muchas más, porque también trataba de imaginar su futuro y ese era su gran problema, su gigantesco problema. No estaba seguro de nada, ni siquiera de su capacidad. ¿No sería verdad, eso de que no era bueno para nada? Tantas veces se lo habían dicho, que había ido haciéndose carne en él. ¿Y si realmente no se diera maña para nada? Dejó de acomodar la ropa en el bolso por un momento y se sentó en la...

LA ESCALERA

LA ESCALERA La escalera, que estaba al fondo del terreno de la casa del tío Honorio, siempre había sido un misterio para Miguel. Estaba apoyada en una pared muy baja, que los separaba del terreno del vecino. La pared que era de ladrillos montados en barro, se veía muy vieja y estaba gastada y en algunas partes rota, tanto que se veían las plantas de al lado. El pequeño Miguel se paraba junto a esa vieja escalera que no llevaba a ningún lado y se quedaba mirándola, preguntándose por que estaría allí. Era alta y delgada y parecía que se afirmaba en el aire. Justo en ese lugar no había nada alrededor, solo la pequeña pared donde se apoyaba. Muchas veces pensó treparla, pero no se animaba porque no la sentía segura, posiblemente en cuando comenzara a subirla se caería para el otro lado. Aunque muchas veces se imaginó llegar hasta el último escalón y ver lejos muy lejos, quizá la vista llegara hasta el mar, que estaba muy distante y no lo conocía. Otras veces imaginaba que luego de sub...

VISITA MEDICA - Cuento que integra el libro " EL MARTILLO DE JOSÉ "

VISITA MÉDICA      - Teodoro – Gritó la mujer enojada – Ya me tenes cansada, termina de una buena vez con esas patrañas   La diminuta anciana, parada con los brazos en jarra, al lado de la cama matrimonial, donde estaba tendido inmóvil su esposo, Teodoro, siguió hablándole:   - Teodoro, me estás obligando a que llame al Dr. Pardo, ¿me entendes? Esto ya no es un juego -  gritaba la mujer cerca de la oreja del hombre que no daba señales de vida y siguió con sus amenazas:   - Está bien, vos lo quisiste, no se que le dirás al Doctor cuando venga.   Cuando sonó el teléfono en el consultorio, el Dr. Berger, tomó la llamada, que estaba reemplazando por unos días al Dr. Pardo, viejo médico de la ciudad, que se había tomado sus vacaciones, luego de varios años de suspenderlas, por su obligación con sus pacientes.             Una mujer, de edad avanzada, le pareció al joven médico...