ILUMINADOS — Rolando José Di Lorenzo
Dos muchachos caminaban
tomados de la mano detrás de una mujer, alejados para no ser advertidos. Veían algo
extraordinario. Era una mujer luminosa, andaba sin necesitar luces exteriores
en plena noche. Comenzaron a hacer conjeturas y volar con su imaginación; esa
persona generaba luz, y quizá otra energía, seguro que no era humana y aunque
no estaban seguros de que fuese peligrosa, no se acercaron. La mujer se dio
cuenta de que la seguían, entonces se oscureció desapareciendo ante los ojos
atemorizados de los jóvenes enamorados. Luego de un rato, siguieron con sus
secretos arrumacos, antes de despedirse hasta el día siguiente. Volvieron a la
noche siguiente al su lugar de encuentros amorosos. Todo estaba oscuro y en
silencio, cuando de pronto se iluminó ante ellos la mujer, pero no estaba sola
y se vieron rodeados por otros seres similares. No sabían que hacer, habían
descubierto una comunidad de extraterrestres, pero el terror ahora los hacía
temblar. No se podían mover, entonces la mujer dio un paso al frente y les tocó
la cabeza. Sintieron una sensación de alivio, una increíble liviandad los
invadió y vieron que se elevaban del piso y de pronto se iluminaron. Ambos se
miraban asombrados, ¿Eran ahora como ellos? ¿Los habían transformado? Seguían
elevándose y se vieron cada vez más brillantes, estaban alegres, exultantes, se
abrazaron sintiéndose glorificados y comenzaron a girar y a encenderse y
siguieron girando y girando hasta estallar en mil colores.
Comentarios
Publicar un comentario