YASTO

Vio claramente que en esos momentos, esos al borde del cielo o del infierno, se está solo, con otros con todos, pero solo…solo.

El otro creía que la corrección firme, inflexible, daría un tronco firme e inflexible, sin saber que tanto, haría que se quebrara con los primeros vientos, esos vientos que no perdonan al tronco ni al corrector.

El sabía que estaba, en el otoño de su vida, es mas lo sentía, pero lo que más le dolía era la proximidad del invierno, de ese invierno que lo sabía, triste, solitario y final.

Como vuelan las águilas? alto y rápido, dando giros y giros, porque saben del aire, saben de los vientos y las distancias, porque lo ven todo y todo es de ellas, vuelan con ferocidad y elegancia y sus vuelos son drama y tragedia, belleza y distancia y siguen estando allá.

Sentía miedo de dar el paso Un acto de fe, solo eso era, Porque adelante no había nada Solo el vacío y el silencio Lo pensó, lo dudo Lo sufrió hasta el llanto Quizá mañana.

Como sería estar realmente enamorado, así como se siente en los libros o en el cine, recordaba aquella película en que el enamorado viajaba al pasado para reunirse con la hermosa mujer del cuadro, o la romántica escena del el avión de África Mía volando tomados de la mano sobre un mar de flamencos, esa experiencia se presentaría seguramente espontáneamente, casi sin darse cuenta, sin notarlo, le llegaría a su vida y lo tomaría por sorpresa, si, así debería ser, pero cuanto habría que esperar? como se daría cuenta en ese momento que ese era el momento? Porque se sabía no apto para reconocer los momentos precisos, esos en que el amor pasa y te llama a la puerta, seguramente estaría distraído y no escucharía el llamado, lentamente dejó de pensar en esas cosas que no eran para el, eran amores de novela, si, eso eran, amores de novela

No, el sabía que James Bond no existía en realidad, pero sabía que era el personaje perfecto, lo tenía todo, todo, todo lo que el no tenía, si hubiera tenido alguna de las cualidades de Bond, como sería ahora su vida, Marisa no lo hubiera dejado cansada de empujarlo hacía adelante, su jefe en la oficina no lo vigilaría tanto y los muchachos del bar o del futbol no lo cargarían fácilmente, si solo tuviera un poquito de Bond y poder decir….. “ Bond, James Bond “

Trotaba por la playa sobre la lengua de agua, sus pies golpeaban fuertemente el agua levantando frías gotas que llegaban hasta sus rodillas, un gran esfuerzo pero recompensado, porque se sentía sano, fuerte y todo eso le traía a su memoria el comienzo espectacular de la película Carrozas de Fuego, hasta le parecía escuchar a Vangelis con ese magnifico tema, pero no se puede correr sin mirar y menos el, no vio el pozo que seguramente habían hecho jugando algunos chicos en la arena casi cubierto por el mar y allí cayó y allí quedó.

A lo lejos se escuchaba una música, si, era música, no estaba muy seguro pero eso parecía, lo raro era que no se veía nada solo el horizonte, todo era raso, pelado, de donde podría salir esa música, quizá algún duende la estaba tocando para el, para guiarlo hacía su camino, alguien lo estaba cuidando, alguien lo acompañaba, sería esto cierto? Ya no estaría tan solo? Comenzó a caminar hacia el sonido, cada vez más rápido, a pesar del cansancio que tenía, sería una flauta dulce tocada por el flautista de Hamelin? No, el no era una rata… quien podría ser? No importaba mucho en ese momento el seguía y seguía ilusionado, ese era su camino, si, por fin lo había encontrado, pero por el entusiasmo no vio el poso y era hondo con mucho barro en el fondo y allí cayo, ya no se escuchaba la música, ya no se escuchaba nada y estaba mojado y sucio, otra vez.

Se sentó un momento sobre una piedra del camino, como para descansar un poco, pero sobre todo para pensar en cuales serían sus siguientes pasos, hacia la derecha o a la izquierda, atrás o adelante, para colmo no se escuchaba nada, hasta los pájaros había dejado de cantar, seguramente era ideal para un momento de reflexión, pero sobre que reflexionaría el en ese momento, además la piedra en la que estaba sentado tenía unas puntas que ya se le clavaban hondo y le hacían doler, como para pensar

Solo es mas difícil todavía, como haría para llegar, para reconocer el camino, pensó que el viento le traería los olores conocidos, pero no, eso pasa solo en los cuentos, o a los perros, quizá viendo el movimiento del sol se daría cuenta hacía donde tenía que ir, pero estaba nublado, muy nublado, no se había dado cuenta de que el cielo estaba cubierto con esas nubes negras y gordas que solo le traerían mas problemas, mejor no mirarlas, pero comenzó a llover, siempre igual, siempre igual

Le dijeron que la cosa no era así, pero el siempre fue cabeza dura, no quiso escuchar y siguió y siguió hasta que se cansó, no pudo más, no le daban mas las piernas, los brazos y se rindió, quedó allí tendido, como dormido, solo sus ojos tristes se movían lentamente como buscando un nuevo horizonte, algo que lo hiciera sentir de nuevo con vida, pero era difícil ya oscurecía y allí se quedó

Las ultimas imágenes se le degradaron, se le escaparon de las manos, entre los dedos, como el agua, como la arena seca de su playa y lo que le quedaba no sabía realmente adonde le quedaba, en que espacio estaba guardado, quizá todo, hasta los espacios que llenó se le escaparon como los sueños cada mañana.

Sus dedos en el aire eran esperanza de música, sus dedos en el teclado apenas concretaban algún sonido parecido a la música. Pero la música por si sola, hacía lo que podía para que el creyera un poco mas y siguiera intentándolo

En algún rincón o quizá detrás, en la sombra, el espejo guardaba su reflejo, esperando que algún día se animara verlo Y allí estaba aquel en su superficie de plata, solo una imagen pero ella decía todo de el, aunque no lo creyera

Ya era tarde, mas de la una de la mañana, debería ir a dormir porque mañana, mañana que? No recordaba que tenía que hacer mañana, si es que mañana llegaba claro, pero bueno el almanaque le decía que si o que talvez, en fin, por las dudas se iría a acostar

El Scotch sobre la mesa, Harry James en el equipo, nadie mas estaba con el y en ese momento se sintió bien, no tardó mucho en darse cuenta de que todo era quizá ficticio, pero luego Doris Day comenzó a decirle palabras que supuso amorosas y Harry de fondo y en sus solos se lo confirmaban, hacían todo por el y casi lo consiguieron, pero el tema musical solo duraba 2,40 minutos, todo se termino y como siempre, eso fue todo

Muchas veces trato de hacer algo, lo mejor o lo peor, muy pocas veces hizo lo que pudo, generalmente no hizo nada y así nadie se dio cuenta de nada, ni siquiera que había estado. Nada le fue fácil nunca, generalmente nada es fácil, pero todo se le complico o lo complico el. Se canso de esperar que pasara y nunca pasó, pero se quedó por siempre con la duda, habría pasado y el no lo vio? La imagen que le devolvía el espejo no era para nada la que el esperaba, era tan distinto, que vivió tan confundido hasta creer que en realidad el, era otro

La miró intensamente, se enamoro perdidamente y para siempre, pero ella no se dio cuenta o quizá ni lo vio. Por eso vivió penando, creyendo que el amor lo hacía sufrir por algún desconocido motivo, sin saber que simplemente el amor paso sin notarlo. Se miraba en el espejo a diario, temiendo no aparecer en el. Nunca dejaba de mirar de reojo a su alrededor para confirmar de que su sombra lo seguía. Se quedaba callado, quieto, largo rato tratando de pensar, de imaginar como sería mañana, pero dudaba tanto de todo, que abandonaba el intento creyendo que mañana no estaría allí.

Se aferró a las agujas del reloj, un gigantesco reloj que encontró disimulado entre las cosas cotidianas, tan enorme era que creyó que era el reloj que dominaba al tiempo, o mejor, el reloj con que el Señor había hecho al tiempo y que luego de hacerlo quizá se lo olvidó allí, o mejor lo dejó para que el lo encontrara, pero de nuevo nada, tiró hacía atrás con todas sus fuerzas y nada pasó y volvió a sufrir, no porque no pudiera mover la aguja, sino porque aunque lo hizo, el tiempo no volvió atrás ni un segundo

La felicidad suprema en la vida es tener la convicción de que nos aman por lo que somos, o mejor dicho, a pesar de lo que somos." Victor Hugo, escritor francés (1802-1885

Estuvo allí mucho tiempo, tanto que se olvidó para que había ido, escribió en las paredes del tiempo, pero le resultó igual que cuando escribió en las gotas de agua, no le quedó nada, no pudo dejar sus huellas ni allí ni en ningún lado, tal fue el desaliento que llegó a pensar si realmente habría estado, o si aún estaba.

La línea lo desespera, porque no tiene ni principio ni final, siempre está, viene de antes y se irá lejos para siempre y no lo esperará, nada volverá ni nada será de nuevo, solo la línea que pasa. El círculo es su amigo, porque siempre se puede volver, en el está el principio y el fin, en el puede ver el todo.

Recorrió caminos, trepó cuestas, cruzó ríos, nadó mares, abrió en vano puertas y ventanas, buscó el cofre del tesoro debajo del Arco Iris y no lo halló, se abrió ante su atónita mirada la Caja de Pandora y estaba vacía y ya nada le quedó. La verdad no estaba donde la buscó, la verdad casi siempre está en otro lado. La soledad estaba en todos los lugares en que la buscó, ella siempre está allí, cerca La nostalgia siempre estuvo con el, siendo su almohada, su manta, su colchón

Es el tiempo, este es el tiempo de los recuerdos, es el tiempo de las ausencias, ahora es el tiempo de la nostalgia, ningún otro momento nos lleva por tantos senderos recorridos una y mil veces. Ningún otro tiempo nos hace vivir tan intensamente el pasado, que sentimos los aromas, escuchamos los sonidos y terminamos rodeados de nuestros queridos y dulces fantasmas, danzando lentamente y casi en silencio la música de ellos y la nuestra, la música eterna. Y allá van, son ellos y soy yo con ellos, que los sigo, danzando en la niebla, girando en las nubes al ritmo del viento.

“He vivido desde que volví entre la agonía y el deber. Es indudable que ser honesto en nuestra sociedad corrupta tiene un precio, que a la larga o a la corta, te lo hacen pagar” Rene Favaloro

Los momentos son tan distintos, tan distinta es la vida de un día para el otro, por estar llena de momentos, pero hay algunos de ellos que nos llenan la vida, solo un momento y de repente, en un momento

No tenemos nada adelante, solo proyectos, esperanzas, deseos, pero debemos tener alguna misteriosa o mágica intuición de que al apoyar el pie, para dar el paso siguiente, el piso estará allí para soportarnos, aunque no lo veamos, porque si no andamos, si no vamos, no habrá nada.

Mi barrio era así... así...así... que se yo si era así... pero yo me lo acuerdo así, con Giacumin el cabuña de la esquina que tenia las hornallas llenas de hollín y que jugaba de jas izquierdo, siempre al lado mio siempre... siempre... quizas... para estar más cerca de mi corazón... dicen que me fuí del barrio... dicen que me fuí del barrio... cuando? pero cuando? si siempre estoy llegando, y si una vez me olvidé; las estrellas de la esquina de la casa de mi vieja, titilando como si fueran manos amigas, me decian nene quedate aquí!, quedate aquí, quedate aquí.

Como puede arrasar con todo algo tan sutil, no tiene apariencia de tornado y todo lo da vueltas, no se ve como el fuego y todo lo consume en sus llamas, no es como el agua y todo lo sumerge entre sus olas, cava profundos socavones que no tienen fondo, abre cielos infinitos y con solo dos palabras se conjura : te amo.

Es como cuando quiero recordar lo soñado al despertar, se que algo soñé, pero lo siento como se va, las imágenes se pierden en un espacio que no he podido llenar, las ultimas imágenes se degradan, se me escapan de las manos, entre los dedos, como el agua, como la arena seca de mi playa y lo que queda no se realmente adonde queda.

Hace mucho tiempo, cuando era chico, era dueño de un grupito de estrellas, que mi papá me regaló y me enseñó que tenían forma de carrito, era el carrito de los reyes magos y siempre que miraba al cielo, las buscaba y me alegraban la noche, todavía en la oscuridad miro hacía arriba y veo que siguen estando allí, para mi, sigo escuchando la vos de mi viejo, mostrándome ese pequeño y simple dibujito que hicieron las estrellas que tanto amo y ahora que el no está conmigo, me parece verlo al lado de la vara, enseñándomelo de cerca.

Llueve y llueve, como antes te acordás? Si, como antes, cuando éramos chicos, o mas grandes, adolescentes, o como ayer, que éramos casi como hoy aunque distintos, nunca somos iguales, la última gota que cayo me hizo distinto, me cambió y llueve sobre la lluvia, para cambiarme, cuantos habré sido desde que llovió la primera vez.

El cielo me tocó de nuevo. Te tengo a mi lado El viento se lleva el dolor Estas aquí y profundo El Sol ilumina el camino Yo toco el cielo ahora El cielo me tocó de nuevo Te siento en mi piel y más La lluvia ablanda el campo Tus labios están en los míos El amanecer es de oro puro Ya no puedo pedir más cielo El cielo me tocó de nuevo Duermo a tu lado en paz El ocaso es de oro rojo Y toco ese cielo otra vez