Es el tiempo, este es el tiempo de los recuerdos, es el tiempo de las ausencias, ahora es el tiempo de la nostalgia, ningún otro momento nos lleva por tantos senderos recorridos una y mil veces. Ningún otro tiempo nos hace vivir tan intensamente el pasado, que sentimos los aromas, escuchamos los sonidos y terminamos rodeados de nuestros queridos y dulces fantasmas, danzando lentamente y casi en silencio la música de ellos y la nuestra, la música eterna. Y allá van, son ellos y soy yo con ellos, que los sigo, danzando en la niebla, girando en las nubes al ritmo del viento.

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