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Mostrando las entradas de junio, 2017

LAS LISTAS—Rolando José Di Lorenzo—Abelardo Cid Topete—Diego Martínez

LAS LISTAS—Rolando José Di Lorenzo—Abelardo Cid Topete—Diego Martínez  Mientras Marisa confeccionaba una lista para el supermercado, su marido secretamente, estaba haciendo otra, pero con nombres, nombres de personas que debían morir. Ella, indudablemente no sabía con quién estaba casada, le molestaba el misterio que lo rodeaba y no olvidaba cuando él le dijo con frialdad, que había cosas que era mejor que ignorara; pero estaba locamente enamorada.  Hubiera querido él no anotar a nadie en sus listas, quisiera no ser el vocero de esas muertes pero esas listas ya existían desde antes que él las tomara y él solo actualizaba los datos, no era el ejecutor, jugaba el papel de Dios y ni Dios sabía de esto, no cargaba con arrepentimientos ni con culpas, era su rol y lo cumplía y bien sabía que esas muertes eran inevitables y en muchas ocasiones necesarias. No le comunicaba nada a Marisa, no quería distraer ese amor tan grande que se tenían. Hubo en el pasado otras listas, qu...

Cabalgata – Luciano Doti, Ada Inés Lerner & Rolando José Di Lorenzo

Cabalgata – Luciano Doti, Ada Inés Lerner & Rolando José Di Lorenzo Ese 9 de julio, Luis y sus amigos irían a cabalgar un rato, para hacer una conmemoración bien criolla de la fecha de la independencia. Vivir en la zona aún algo agreste de La Matanza, que surca la autopista Richieri, les permitía tener caballos en el centro tradicional en el cual solían reunirse. Recorrerían un poco la costa del río, del lado de Ezeiza. A poco de salir, los atacó una garúa fría, y el cielo plomizo era anuncio de lluvia inminente. Siguieron a paso lento un par de leguas hasta que los primeros caballos se asustaron e intentaron retroceder. Los de atrás los imitaron y los jinetes no distinguían qué asustó a los animales pero por las dudas uno de ellos sacó un arma de la montura y con señas les pidió silencio a los otros. Luis se le acercó y cabalgó al lado del amigo intentando otear más allá. Entre la maraña, la garúa y el cielo tan gris era difícil distinguir Algo se movió y estuvieron a pun...

LADY GODIVA—Ana Inés Lerner. Rolando José Di Lorenzo, Vladimir Koultyguine

LADY GODIVA—Ana Inés Lerner. Rolando José Di Lorenzo, Vladimir Koultyguine Mario Ruiz tenía algunos defectos que su esposa Raquel toleraba por amor y porque ella comprendía que nadie es perfecto pero la avaricia y soberbia de Ruiz hería la de sus amigos y vecinos. Raquel insistía en señalarle esto, hasta que él se enojó y la conminó a que trabajara limpiando, aunque le pagaran migajas. Ruiz no iba a proveer más nada a su esposa ya que ella era tan generosa con los demás.    —Veamos Lady Godiva —le espetó con dureza. Ella no respondió, se acordó de la vieja leyenda y con una acida sonrisa se metió en el dormitorio, preparó un pequeño bolso con mínima ropa y delante de él, se fue de la casa. Mario lo tomó como un berrinche y poco le importó esa actitud—Ya volverá cuando tenga hambre y frio—pensó, haciendo un gento de desdén.  Pero Raquel no volvió esa noche y tampoco al día siguiente—Esto es mucho—se dijo y salió enfurecido. Al cabo de un año, se preocupó d...

Zoofilia — Ada Inés Lerner, Luciano Doti, Rolando J.Di Lorenzo

Zoofilia — Ada Inés Lerner, Luciano Doti, Rolando J.Di Lorenzo —Vladimir tiene relaciones sentimentales con nuestras vecinas. Además organiza fiestas hasta horarios intempestivos —se quejaron varios colindantes. Un quisquilloso denunció a Vladimir de haber organizado una orgía y ocultado el crimen de Anastasia, una oveja negra, en el fondo del terreno lindante, mientras él y su familia estaban de vacaciones. La policía investigó, punteó la zona denunciada. Vladimir dijo en su descargo que la relación sentimental había terminado hacía tiempo, pero ella se negó a abandonar la casa que fuera cobijo de aquel hermoso amor. El hombre siguió explicando que, luego del terrible desencuentro, pasaron unos días sin hablarse; porque aseguró que lo hacían. —¡Aunque parezca mentira ! —dijo con dramatismo—, con las miradas nos comunicábamos, porque el amor todo lo puede. Pero luego de eso, Anastasia, que decía no amarme más, no se iba, me decía que quería volver a la normalidad y encontrar...

Regreso a la rutina –Sergio Gaut vel Hartman & Rolando José Di Lorenzo & Ana Caliyuri

Regreso a la rutina –Sergio Gaut vel Hartman & Rolando José Di Lorenzo & Ana Caliyuri Verónica se preparó un plato de atún con huevos y aceitunas para cenar. Tenía pan casero que le había obsequiado la vecina y queso en la heladera. Mientras permanecía sentada en la cocina recordó los avatares de los últimos días; la llegada de los seres del espacio, la conmoción mundial, y cómo luego todo había ido perdiendo consistencia, un suceso más entre tantos. Apiló los platos sin dejar de pensar en esos seres, aunque la gente ya lo hubiera hecho; deseaba conocerlos. Sería apasionante entrar en contacto con ellos pero, ¿cómo hacer para encontrarlos? Sabía que los aliens estaban en reunión permanente con los líderes del mundo, decidiendo el destino de la galaxia, aunque Verónica imaginó que quizás hubiera otros que no se dieron a conocer. Sabía que una de las naves había descendido cerca de su casa, en el bosque. Se vistió con las mejores galas; en todos los encuentros hay que esmerar...

El monstruo— Ana María Caillet Bois y Rolando José Di Lorenzo

El monstruo — Ana María Caillet Bois y  Rolando José Di Lorenzo Violeta tenía cinco años cuando apareció el monstruo, era una noche de verano  y se introdujo por la ventana. La mamá le había asegurado a Violeta que los monstruos no existían, que seguramente había sufrido una pesadilla. Pero esa noche  su mamá también lo vio y ya no pudo decirle que todo era un sueño. Tenía olor a sangre y su sonido era de terror. Bajaron las dos de la cama y se acercaron a la escalera. Desde allí miraron los destrozos en el comedor, los floreros hechos añicos, la mesa dada vuelta en el suelo. Nada volvió a ser como antes en la mansión  después que él apareció, todo estaba impregnado de su olor a sangre. Al tiempo la niña se dio cuenta de que solo ella podía con él, cuando su madre sentía el olor o notaba alguna huella, se ponía como loca, gritaba y corría hasta que el olor desaparecía y era Violeta la que lo aspiraba hasta que no quedaba nada. Esto le fue confirmando que el ...

Cliente excéntrico - Luciano Doti & Rolando José di Lorenzo

Cliente excéntrico - Luciano Doti  & Rolando José di Lorenzo Desde que había comenzado a trabajar en ese delivery de pizzas y empanadas, una sola cosa le molestaba: ir a entregar pedidos a cierto cliente que vivía en una casona vieja bastante alejada de la zona comercial. Ya faltando pocas cuadras para llegar allí, una sensación de desprotección le inundaba todo el cuerpo, se le helaba la sangre y un ligero temblor se manifestaba en sus manos, que se aferraban al manubrio del ciclomotor como un náufrago a un tronco boyando en el agua. Por alguna razón, que su intuición le indicaba que sería mejor no averiguar nunca, ese cliente ordenaba sus pedidos para unos minutos antes de la medianoche.  Llamó a la puerta —Adelante joven—La voz del dueño de casa resonó en el enorme ambiente—enseguida bajo, póngase cómodo. Estoy solo esta noche, no me quedan ya comensales ¿no querría Ud. acompañarme en la cena?—la voz ahora sonaba con un eco rebotando en todas las paredes entel...

El hormiguero — Ada Inés Lerner, Rolando José Di Lorenzo Adelaida Pichardo Querales

El hormiguero — Ada Inés Lerner, Rolando José Di Lorenzo Adelaida Pichardo Querales Las hormigas marchaban como de costumbre, nada las detenía ni les torcía el camino. El jardinero luchaba día tras día contra ellas, parecía que ningún producto las eliminaba. Solo le quedaba su último intento, su enorme secreto, su descubrimiento de empequeñecerse le daría la posibilidad de meterse en los vericuetos del hormiguero y destruirlas desde adentro. El hombre, esa noche tomó su pócima disminuyendo su talla hasta reducir su tamaño. Caminó entonces lentamente hacia la boca del hormiguero. Vestido de negro, al principio no se fijaron en él porque los machos no llevan antenas en codos. Aunque sus ojos pueden detectar movimientos, las hormigas son de visión muy corta, de modo que nuestro impostor pudo pasar desapercibido, observar su organización social, la capacidad de modificar hábitats, su aprovechamiento de los recursos. Lo peor llegó cuando lo descubrieron defendiéndose con sus fuertes m...

El Maestro Rolando José Di Lorenzo & Ana Caliyuri & Eduardo Poggi

El Maestro  Rolando José Di Lorenzo & Ana Caliyuri & Eduardo Poggi ― ¿Estás seguro de que era un fantasma? —preguntó el anciano monje de larga barba blanca. —Si maestro, lo vi bien y sentí el frio que emitía —respondió el joven asustado. — ¿Era de esos que arrastran cadenas al caminar, o de los que levitan y agitan su vestimenta? —Levitaba maestro, pero además estoy seguro de que era una mujer…y hay algo más… —Decime todo lo que tengas que decir de una vez. —Impaciente el monje. — ¡Gritaba su nombre maestro… Aquiles, decía… Aquiles! —No me gustaría equivocarme, pero si dices que me llamaba, no era un fantasma: era una sirena. —Maestro, la levitación es cosa de fantasmas, no de sirenas. —Te equivocas muchacho. Crees que levitaba, en realidad divagaba por ondas celestiales en la absoluta creencia de que eran ondas marítimas. —Pero, ¿por qué habría de buscarlo, maestro? —Es una larga historia: hace más de dos mil años, hallábase mi corazón desahuciado. Ítaca, l...

Voces lejanas – Sergio Gaut vel Hartman & Rolando José Di Lorenzo

Voces lejanas – Sergio Gaut vel Hartman & Rolando José Di Lorenzo El sol brillaba débil y soplaba un viento frío. Bajo esa luz mortecina, Asdrúbal caminó unos tres kilómetros hacia el oeste sin dejar nunca de oír aquel sonido áspero, incesante, una enorme y remota voz que murmuraba y adormecía, mientras que bajo sus pies, la arena se extendía constante, pareja, inmortal. En algún momento se lanzó a correr por el puro gusto de hacerlo, pero el ruido no cesó ni se modificó en lo más mínimo. Al cabo de una hora de marcha se detuvo ante un arco absurdo que interrumpía el paisaje. Tal vez sea el origen del sonido, reflexionó el exobiólogo; quizá haya una reproductor junto a la base del arco Vio un hueco y desde allí salía el sonido extraño. Buscos por los alrededores y por fin encontró un hueco en la arena, parecía una entrada; muy reducida, pero se animaba a entrar, algo lo llamaba a descubrir ese llamado lastimero. Se metió como pudo y a poco de entrar vio un viejo enorme y gor...

CAOS- Ana María Caillet Bois- Rolando Jose Di Lorenzo-Vladimir Koutyguine

CAOS- Ana María Caillet Bois- Rolando Jose Di Lorenzo-Vladimir Koutyguine Dueño del mejor restaurante de la costa,  el chef se afana en la cocina para preparar la mejor langosta de su vida. A la heladera Doña Pancha,  rechoncha, le salen las salchichas por la puerta, se escapan hacia la panera que está sobre la mesa y se colocan solas dentro del pan. La cocina china, empotrada en la pared, muy moderna, pero muy aburrida, baja despacito y sale caminando rumbo al cine  a ver una película de amor. Las cebollas y los ajos, dándose cuenta de que los  pelarán y cortarán para confortar a la langosta en su destino de sartén, corren hacia el jardín, esquivando  la gente que está llegando.  Ni lerdo ni perezoso, corre a esconderse el morrón rojo y la pobre langosta; con sus pinzas atadas no puede moverse y mira todo ese caos angustiada, pensando que el pobre chef no podrá lucirse con su receta, sin saber que será ella la reina de ese plato. El calor le mare...