EL ZAPATO DE PILíN - Rolando José Di Lorenzo
Pilín todos los domingos a la mañana, salía con su papa a pescar, en el río que pasaba cerca de su casa. No era ese un lugar de pesca abundante, pero lo suficiente. A Alfredo, el papa de Pilín, lo que más le gustaba era estar al lado de su hijo y a este le pasaba lo mismo. Aunque todo pescado era bien venido, porque aliviaba la economía familiar, que en esos días estaba bastante mal. Alfredo trabajaba desde hacía muchos años en el mismo lugar, una fábrica de tejidos, pero la paga era cada día más baja. La economía regional y local, ayudaba a eso y los patrones no veían mejor oportunidad que recurrir a esas escusas para no aumentar los sueldos. La vieja historia del hombre pobre. Por eso, las mañanas de los domingos eran tan queridas por ambos, los acercaba y así mas juntos se sentía apoyados y confortados. Ese domingo Las zapatillas de Pilín estaban recién lavadas por su mama y además destinadas para la escuela. Entonces decidieron que igual saldrían...