El tío Felipe, tenía su historia, que más que llevarla, la arrastraba por la vida. Era hermano mayor del padre de Carlitos, que casi nunca hablaba de él. Se reunía poco con la familia, solo en las fiestas clásicas de fin de año, o en algún cumpleaños. Era un tipo buenísimo y sobre todo con el gordo, que tenía muy buenos recuerdos de cuando era chico. Siempre le hacía los mejores regalos. No podía olvidar, aquel día que le trajo el camión con acoplado, que aún conservaba como adorno, en una repisa de su dormitorio, junto a otros juguetes queridos. Había escuchado muchas veces comentarios familiares, que secretamente, hablaban de alguna actividad, o forma de vida “rara”, que tenía Felipe. Luego con el paso del tiempo, fue descubriendo el misterio: tenía un tío gay. Habiendo sido éste, quizá el mayor secreto de familia, al que, por lo menos hasta esa época, había tenido acceso. F...