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Mostrando las entradas de 2013

EL OJO MAGICO

El Ojo Mágico ¿Que era?   Un verdadero “ojo mágico”, de un color verde flúo brillante y en el centro, un sector negro, que se ampliaba o achicaba, según mejorara o no, la sintonía de la radio.  Y se controlaba desde una perilla rotativa, grande, de bakelita color marrón. Antes era así y estaba bien.  Todo cambió, pero nada hay como aquel ojo mágico,   porque creo que también indicaba otras cosas mágicas,  no solamente la sintonía de la radio, sino también la de nuestra época,  la de nuestro tiempo. Aquel tiempo irrepetible, de cuando era chico, hace mucho, mucho. ¿Cómo era aquel tiempo?  Muy especial porque era mío y sigue siéndolo, pero tan lejano, que tengo mucho miedo que se me pierda, que se me caiga de la bolsita de los recuerdos.  Por eso lo escribo, para que  lo sepan y lo recuerden. Para que alguien más   se quede con ese tesoro antiguo y querido.  A la tardecita, mi viejo volvía del trabajo,  con su overol gris ace...

AL AMANECER

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PIEDRAS DE LA ESCOLLERA

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AL AMANECER

AL Amanecer Calle ancha y mojada. Fría y frío el aire. Brillos de faroles.  Luces amarillas del recuerdo, que van detrás del hombre cansado. Muelle de pescadores curtidos, escalones abajo, con lanchas sucias amarradas. Imágenes repetidas para el hombre noctambulo. Carruajes ruidosos y gastados, apagan su ruido en la calle mojada, que el hombre callado recorre sin ansias de llegar. El perro del bar marinero, levanta su oreja mojada y olfatea al hombre que pasa. Se conocen, solo eso. No son de nadie, son de la calle. El cuarto al que no quiere llegar, está cerca. Algún día no volverá, lo sabe bien. Se ira de allí, se ira de todas partes a la vez. Las gaviotas, que de noche no vuelan, volaran al amanecer y él se ira con ellas. Algún día volará al amanecer y será nube. Será viento, viento del sur. Rolando José Di Lorenzo -

LA DISPUTA

LA DISPUTA    Cuando éramos chicos, se notaba más aún, Él, era el mas grandote de todos, lejos y para colmo tenía mal carácter, cuando se enojaba te metía miedo.    Pero nunca pasó mas allá de unos gritos o a la sumo un empujón, que era mas o menos, como si te llevaba por delante el camión de Don Roque, el viejo ese,  que tenía el volquete amarillo todo destruido y que pensándolo bien, creo que era tío o algo así de Fede, pero bueno eso no viene al caso.   Hasta el Morcilla le tenía respeto, no miedo, porque jamás lo vimos al Morcilla asustado.    Él era otro integrante de nuestro barrio, no jugaba al futbol, no se, si no podía por su tamaño, o no le gustaba.  Fede era compañero para las salidas en bici, o para boludear.  Nunca lo vimos preocupado por el cole, o haciendo los deberes, o estudiando las tablas, no se como le iría porque iba a otra escuela, no, diferenciada no, pero no iba con nosotros.    La c...

EQUILIBRIO

EQUILIBRIO El hombre violento ha matado muchos Cristos en todos los tiempos. Desde el primer asesino, aquel distante Caín, hasta hoy, que seguramente en algún lugar del mundo ha vuelto a matar a un hombre bueno, aunque no lo sepamos.  Porque los Cristos molestan, se interponen, despiertan conciencias en los congéneres, que forman masiva y mansamente el coro necesario para que el mundo siga dando vueltas. El Cristo de turno, sembrará la semilla que crecerá en alguno de la masa, quizá solo en uno. Y será suficiente, para despertar a otros, para devolver la vista a los ciegos y el oído a los sordos. Aunque también será suficiente, solo uno, para que el hombre violento prepare nuevamente sus argumentos y armas y vuelva a matar al Cristo. Quizá se pueda decir que la balanza se inclina hacia los buenos, porque han sido muchos menos los Cristos que los hombre violentos y siempre resurgen. Pero el mundo, no ha sido más malo ni más bueno, desde el principio hasta hoy. Tal vez no hubie...

ENTRE EL MAR Y EL CIELO

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ENTRE EL MAR Y EL CIELO

ENTRE EL MAR Y EL CIELO Hoy lo vi, estuve con él, allí donde siempre. Plateado a lo lejos, franjas medias verde oscuro y mis pies, jugando con la espuma. Increíblemente calmo y frío. Inefable espejo donde de mira orgulloso el cielo, se conocen desde siempre, quizá nacieron juntos. Aunque no son gemelos, uno es aire y el otro agua. Mas, tienen un origen común, son hijos del azul y la inmensidad. Ambos deben haber permitido hoy, que una suave brisa, se escapara por alguna rendija de allá lejos, donde está escondido el viento y me calmara el ardor que me producía el Sol. ¿Estaría celoso el Rey del cielo, al verme extasiado mirando y sintiendo el mar? No creo, él se sabe insustituible, imperdible, irreemplazable. Es mucho más viejo y sabe más que ellos. El quizá conoció la mano hacedora y supo del principio. Quizá, quien sabe. Rolando José Di Lorenzo

LA VENTANA

   LA VENTANA    En una mesa de Marechiare, nos tomábamos unos Martinis con el Negro y Carlitos, había caído la tarde y no habíamos decidido que hacer luego, en el bar había poca gente, casi todos conocidos.     Aunque cuando estábamos entre nosotros tratábamos de no incluir al resto y no pasábamos con ellos, más allá de los saludos formales, estábamos en plena charla, de esas que luego de un rato, ni te acordás cual era el tema, cuando recordé del caso de Ferruela  - ¿Ferruela? ¿Quien es ese? – dijo el Negro sorprendido  - El pibe de la pinturería, el gordito  - Si, ya se – dijo Carlitos, al que no se le escapaba nada – vos también lo conocés Negro, el gordito petiso – dijo, haciendo el gesto con la mano  - Haaa...si, gordito, petiso y con cara de boludito... ¿Te la completé no?  -  dijo el Negro riéndose y mirándonos a los dos  - ¿Les cuento o no?  -  les dije haciéndome rogar - ...

SINTIENDO EL VIENTO DEL "SO" EN NECOCHEA

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PESCANDO CON NICO

Cuento que integra la Antología, "tiempo y Camino" PESCANDO CON NICO Llegamos temprano al muelle, había poca gente. Un viejo solitario en la punta y una pareja joven, a la que no le interesaba la pesca, sentados sobre el lado derecho.  Sacamos las cosas de la bolsa, acomodamos todo a nuestro alrededor y nos sentamos, para preparar las líneas. Miraba de reojo a Nico, se lo veía muy interesado y concentrado en la preparación, pero seguía con su rostro triste. Era un chico muy callado y algo introvertido, pero de a poco había logrado llegar a él, teníamos una buena relación.   Nos pusimos de pie, para lanzar las líneas, lo hicimos con buen resultado y nos sentamos a esperar. Eso es lo que hace un pescador, hacer las cosas bien, esperar y tener fe. -Si querés, mientras esperamos el pique, te puedo contar un extraño cuento, que me contó mi abuelo, hace más de sesenta años- Luego de decir esto lo miré rápidamente y vi que antes de decirme que sí, hacia un movimiento ...

OCASO EN LA PLAYA DE NECOCHEA

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SOMOS

                                                         Somos Se de tus calladas alegrías. Sabés de mis tristezas ocultas. Yo conozco tu sonrisa, y Vos sentís lo que yo siento. Conocés todos mis días Y yo se dé todos tus caminos Encontraste mis rincones  Y yo convivo con tus sueños. Y aún así, nos sorprende Una mirada repentina Alguna tristeza perdida O una esperanza rescatada.

SU META

Libre corría al viento, resuelto a llegar a la meta. Esa meta que le habían dicho que estaba allá, al final de ese camino.  Corrió y corrió  lejos . Por senderos tortuosos, por colinas empinadas,  por senderos espinosos. Y anduvo así mucho tiempo y sus pies sangraban tanto que temió que por allí se le escaparía la vida, la poca que le quedaba. Ya se estaba poniendo viejo. Cuando llegó, no supo si fue porque era demasiado tarde, o porque se había equivocado de senda, pero allí no había nada. Una incompresible nada, inaceptable,  indescriptible nada. Y supo lo que era la nada.

ENCUENTRO Y DESENCUENTRO

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Foto de: Rolando José Di Lorenzo

FANTASMAS Y RECUERDOS

Fantasmas y recuerdos       Todo era como un abrir de puertas, que se encontraban una detrás de otra, en un largo y oscuro pasillo;  sabia, que detrás de ellas, se encontraban los recuerdos de una época que quería y necesitaba rescatar. Pero solo eran como tristes fantasmas, que quizá quisieran quedarse para siempre, detrás de las puertas cerradas de su memoria.       Los recuerdos, ya eran como viejos papeles amarillos, tan corroídos que tenía miedo de tocarlos, para que no se le desintegraran y se le perdieran para siempre.

OCASO EN CAN CUN

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OCASO EN CAN CUN

SU ESPEJO

Su espejo     Y en esa quietud, fue cuando vio que la imagen que le devolvía el espejo, no era la que él esperaba. Era tan distinta, que siguió confundido,  creyendo que en realidad él, era otro.  Pero le quedó la esperanza, de que en algún rincón de ese espejo, o quizá detrás del mismo, en la sombra,  éste guardara su reflejo, su verdadera imagen y  quizá algún día se animaría a verla.    Aunque igualmente, fuese cual fuese la imagen, se miraba en el espejo a diario, temiendo dejar de aparecer en él. De: Rolando José Di Lorenzo

CARTA DE DESIDERIO A LEONORA

¡Amada Leonora, amada mía! ¡Cuanto hace que no te escribo!, no sé cómo explicarlo. El tiempo ha pasado mucho más rápido que lo que hubiese pensado. Las cosas, tampoco han sido como hubiese querido. Muchos recodos tenia este camino mío y la mayoría de ellos no estaban señalados y he caído de pozo en pozo y de grieta en grieta. Pero me gustaría contártelo todo y desde el principio. Me imagino que te puede parecer largo y tedioso, pero es para mí y creo que también para vos, es importante que te relate lo sucedido, durante todo este tiempo que hemos estado separados. Fue en un lejano pueblo, que lo encontré a  Rogelio, te acordaras de nuestro gran amigo de la juventud, y él, fue el primero que me lo dijo y a pesar de lo que puedas pensar, lo hizo por  el afecto que siente por nosotros. No podía dar crédito a lo que oía, Nunca hubiera imaginado que te sintieras tan ofendida y enojada conmigo. No hice las cosas que hice, para hacerte daño alguno. Todo lo hice y lo hago por vos...

Volvería

Un día volvería, estaba seguro. Alguno quizá lo hubiese hecho antes, no le importaba; en realidad ya nada le importaba. Pero quizá volviendo, pudiera recomenzar el camino y entonces todo sería distinto.   Cambiaría  tantas cosas que no pudo cambiar. Perdonaría errores, regalaría sonrisas, ofrecería besos y abrazos. Se convertiría en otro, muy distinto. Aunque eso, no sería volver a ningún principio, sería deshacerse; sería ser otro.

Es muy tarde

Espero que mañana no sea demasiado tarde, el apuro de los jóvenes, hace parecer que los viejos andamos lentos. Pero no es lentitud, solo porque no responden las piernas, ni porque duelen los pies. Vamos despacio, porque pensamos más. A tus ojos seguro que esto es casi ridículo. Pero hemos aprendido que la única forma de no caer dos veces en el mismo pozo, es de esa forma; pensar, analizar, reflexionar y luego dar el paso en firme. Ya lo sé, eso no les sirve a ustedes, porque tienen que ganar la carrera. Esa loca carrera que tienen contra el tiempo. Una carrera que todos tenemos perdida de antemano.

Amarillas como el Sol

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En ECOS DIARIOS "EL MARTILLO DE JOSÉ

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EL BAILE DE JUAN

EL BAILE DE JUAN Al flaco Jensen, siempre las cosas le costaron más que a cualquiera de nosotros.  Tenía mala suerte, él insistía con eso y todos le decíamos que no era así, que a todos nos pasaba lo mismo, pero lo hacíamos para sacarle un poco de peso de encima.  Todos nos dábamos cuenta de que eso era cierto, pero pobre Flaco, creíamos que con nuestra actitud lo ayudábamos.  Aunque a veces nos desconcertaba, porque enojado nos decía, que no le creíamos, o que no le dábamos pelota a sus sufrimientos.   Era un caso difícil de tratar. Desde que se había quedado sin el padre, tan chiquito, las cosas se le complicaban, terminó el primario y arrancó bien el secundario, con orientación industrial, era un buen alumno, pero tenía metido entre ceja y ceja, ser un chapista como su viejo.  Quería tener el mejor taller de chapa y pintura de la ciudad.   Por ese tiempo, el taller que era de propiedad de ellos, lo tenía alquilado un viejo chapista y herre...

Sugiéreme Música

Sugiéreme música Sugiéreme música lo que quieres que diga. Guía mis palabras por tus senderos infinitos y hazme conocer cada uno de los recodos de tu camino. Dime como hablar del Señor, que lo hizo y lo sabe todo.  Muéstrame como se describe  mi lugar en el mundo, la tierra que me vio nacer y crecer.  Como delinear las figuras  y como mostrar el sonido de las palabras de mis padres.  Invádeme música y dentro de mí, dime como describo el día que comencé a amarla.  Como y porque cambió entonces el color del Sol y el de la Luna.  Y como se distinguió desde ese momento el viento del Sur.  Condúceme por los renglones de la maravilla, para describir el día en que ellas nacieron, de las gotas del elixir que generó nuestro amor.  Y ahora que he andado tanto y siempre a tu lado, ayúdame a deletrear las frases, que describan el resto del camino, que se abre ante mí. Rolando José Di Lorenzo

EL CABARET

EL CABARET      Los tres amigos salieron esa noche, sin saber a donde ir,  como casi siempre, aunque eso era lo bueno de aquella época dorada, aquellas salidas sin rumbo, ni tiempo, tanto era así, que ni pensaban en volver, aunque siempre lo hacían.        Charlas y risas, discusiones de fútbol, de carreras o de películas.  Perder el tiempo sin sentirlo, total ¿Qué era el tiempo para ellos?  Un desconocido, aún no habían sentido la necesidad de hacerlo volver atrás, porque el pasado solo tenía un rato, recién había cumplido 19 años, tampoco de empujarlo hacia adelante, porque después de todo ¿Qué había allá adelante?        La salida de esa noche, se compuso de un rato en el bar Marechiare, otro en el cine, de nuevo al bar, comer algo, los jueves no eran los días indicados para hacer algo interesante, pero habría que buscarlo:  - ¿Vamos al cabaret?  - dijo Carlitos con cara ...

EL OTOÑO DE SU VIDA

  El otoño de su vida         Él sabía, que estaba en el otoño de su vida, pero lo que más le dolía era la proximidad del invierno, de ese invierno que lo sabía, triste, solitario y final .  La vejes, no era para él  garantía de sabiduría, solo era acumulación de tristeza, nostalgia, olvidos y dolores.     También sabía que estaba pagando caro lo que había hecho, o había dejado de hacer y que todo se irá con él.  Secretos que se llevaría escondidos en ese arcón cerrado,  que nadie había visto jamás y que quizá, no le interesara a nadie más que a él. 

Techos de Vincent.

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VOLVER

    Volver, es caminar un circulo eterno. Creer que algún día, hasta podrías llegar a encontrarte, cara a cara, con vos mismo. Hablar con ese que fuiste y preguntarle cosas, tantas cosas que no te alcanzaría el momento.  Porque si eso ocurriera, solo sería por un instante, uno de esos instantes que brillan una sola vez en la vida. Pero ¿Cómo saber lo que dura un instante? En su transcurso puede pasar toda una vida, o solo dos palabras. Se puede ver la historia del mundo, o la foto perdida del ser amado. Un instante puede darnos la mayor de las alegrías, o meternos en- la tragedia más negra. Todo sucede y nada sucede en él.

UN TANGO

UN TANGO Le duele muy adentro al bandoneón, el quejido que deja salir lo dice. Unos dedos lo han llamado, Le han pedido ellos que cante, que cuente su profundo dolor. Un viejo piano lo acompaña, también él canta amargamente, lo que le han dicho que cante. El hombre llora en sus teclas el viejo drama que lo quema. Se acerca el violín, con un grito oscuro y bajo. Cuenta una historia larga, triste. La mano en el arco manda, la mano del hombre triste. Y allí,  cerca, casi allí con ellos, en una mesa de oscura madera. Resalta la marca húmeda, del vaso que contuvo lágrimas, que bebió solo, el hombre vencido. Rolando José Di Lorenzo Julio 2009