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Mostrando las entradas de mayo, 2017

FELIZ DÍA DE LA PATRIA

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MI PRÓXIMO LIBRO - "LA VEREDA DE LOS CUENTOS"

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El ladrón del páramo Rojo—Sergio Gaut vel Hartman y Rolando José Di Lorenzo

El ladrón del páramo Rojo—Sergio Gaut vel Hartman y Rolando José Di Lorenzo Mientras Rogelius estaba aparentemente dormido, un automóvil negro, conducido con suma torpeza, realizó una serie de pasadas frente a la casa. Pero aunque el astronauta se mantuvo media hora echado de espaldas, con los ojos cerrados, sin moverse y respirando de un modo casi imperceptible, sabía que los marcianos lo vigilaban. Ignoraba cómo lo habían descubierto, pero era evidente que conocían sus fechorías, cometidas en el último viaje. El robo del rubí Sirte, como lo bautizara el joyero Abi Waissman, y el asalto al banco Central de Marte, ya no eran secretos para la policía marciana. Rogelius había imaginado que los marcianos, que carecían del sentido de la vista, hubieran desarrollado un sistema de sonar. Era muy difícil escapar, tenía que esconderse hasta que saliera la nave hacia  Axumm; en otra galaxia, porque allí no había extradición. Se fue arrastrando hasta la nave y a espaldas del guardia s...

Avión privado – Luciano Doti, Ada Inés Lerner & Rolando José Di Lorenzo

Avión privado – Luciano Doti, Ada Inés Lerner & Rolando José Di Lorenzo La pista de la estancia era de tierra, no tenía las condiciones ideales, pero los muchachos que trabajaron en ella se habían esmerado; podía decirse que era segura.  El avión era otra historia. Comprado de segunda o tercera mano, poseía en su haber muchas  horas de vuelo, de periplos en los que atravesaba fronteras entre países sudamericanos, con una carga muy particular. El empresario boliviano que se lo vendió le había hecho un buen precio, buscaba sacárselo de encima. A pesar de todo, el piloto confiado en su pericia, obviaba los problemas del avión. El acompañante estaba nervioso, cada vibración de las alas, miraba asustado al piloto y éste le devolvía la mirada con una sonrisa tranquilizadora, hasta se animó a decirle: —Tranquilo, señor. Si la nave tiene alguna falla, lo compensaré largamente con mi pericia, preocúpese solamente por la entrega de la mercadería. Terminaba de decir esto c...

El hormiguero — Ada Inés Lerner, Rolando José Di Lorenzo Adelaida Pichardo Querales

El hormiguero — Ada Inés Lerner, Rolando José Di Lorenzo Adelaida Pichardo Querales Las hormigas marchaban como de costumbre, nada las detenía ni les torcía el camino. El jardinero luchaba día tras día contra ellas, parecía que ningún producto las eliminaba. Solo le quedaba su último intento, su enorme secreto, su descubrimiento de empequeñecerse le daría la posibilidad de meterse en los vericuetos del hormiguero y destruirlas desde adentro. El hombre, esa noche tomó su pócima disminuyendo su talla hasta reducir su tamaño. Caminó entonces lentamente hacia la boca del hormiguero. Vestido de negro, al principio no se fijaron en él porque los machos no llevan antenas en codos. Aunque sus ojos pueden detectar movimientos, las hormigas son de visión muy corta, de modo que nuestro impostor pudo pasar desapercibido, observar su organización social, la capacidad de modificar hábitats, su aprovechamiento de los recursos. Lo peor llegó cuando lo descubrieron defendiéndose con sus fuertes m...

Buscado – Rolando José Di Lorenzo, Ada Inés Lerner & Carlos Enrique Saldivar

Buscado – Rolando José Di Lorenzo, Ada Inés Lerner & Carlos Enrique Saldivar  El hombre amaneció tenso, sabiendo que el pasado lo esperaba detrás de la puerta, lo espiaba por las rendijas de la persiana. Ella era el pasado, ella y él, el traidor, su viejo amigo. Había actuado despiadadamente, se había vengado, y ahora esperaba las consecuencias. Pero había decidido no hacerla fácil para ninguno, lucharía hasta el final. Los monstruosos vigilantes y centinelas de la noche lo buscaban, olfateando el aire, moviendo sus ojos de fuego. Seres malvados, que hacían su aparición como espíritus malignos que pasean libremente por el mundo. La luz que veía en la pared más lejana, atormentándolo, le hacía pensar que eran las almas en pena de sus crímenes, que no lograban llegar al más allá; eso lo hacía sudar, empalidecer. Una vez escuchó pasos en la habitación, no había un farol, nada tenía para alumbrar, él estaba tapado con las sabanas, la casa quedaba oscura y alguien lo miraba mu...

Doble vida—Ada Inés Lerner—Ana María Caillet Bois—Rolando José Di Lorenzo

Doble vida—Ada Inés Lerner—Ana María Caillet Bois—Rolando José Di Lorenzo José Luis no me miraba a los ojos y en los momentos del amor sus ojos parecían mirar lejos, no a mí. Yo sentía la soledad en esa mirada detrás de la que no había nadie. Vivir así me apabullaba, a veces era como si estuviera sola y no podía hablar porque él no estaba ahí. José Luis me hacía sentir el esfuerzo de andar persiguiendo palabras: él era como una estatua que se hubiera puesto a manotear palomas inalcanzables. Yo me sentía lejana y fui a buscar caminos alternativos. Una mañana encontré a José Luis. Escuché con atención y sorpresa su homilía. Yo no sabía que era sacerdote. Fui ese día y muchos más. Una vez me pidió que lo ayudara a darle el desayuno a unos chicos de varias familias muy pobres. Él, luego, los acompañaba hasta la escuela. Les hablaba de la importancia de estudiar y los alentaba. Los entregaba a la señorita Nélida, saludaba a todos y se iba muy contento consigo mismo y por haber cumplido...

El amor de los hermanos – Ada Inés Lerner – Rolando José Di Lorenzo— Marcelo Sosa

El amor de los hermanos – Ada Inés Lerner – Rolando José Di Lorenzo— Marcelo Sosa Y así fue. En el invierno, aquel animal logró imponer su voluntad sobre los dos hermanos, por eso entre los vientos fríos de la Siberia lejana, el lamento de dos hermanos se escuchaba desde lejos. Igor clamaba por su hermano perdido. Iván estaba al borde de un gran pozo cuyo fondo era imposible de atisbar, como enigmático era el dolor de sus padres. Desde entonces, Iván ha quedado trastornado en este mundo y presentaba ante los padres una imagen que se iba deformando como un lobo, éstos piensan que deberían hablar con las autoridades pero temían por Iván, que aguardaba a Igor en el mismo lugar y acumulaba animales muertos que eran devorados por los lobos mientras él dormía. Una noche se despertó y creyó ver a Igor en uno de las lobas y formaron pareja… Los cazadores reconocieron a Igor, pero era peligroso acercarse mucho, porque además de Iván, eran acompañados por una jauría enorme. Los hermanos li...

El romance secreto de Frankenstein — Ada Inés Lerner, Omar Chapi, Rolando José Di Lorenzo

El romance secreto de Frankenstein — Ada Inés Lerner,  Omar Chapi,  Rolando José Di Lorenzo  Entró en el laboratorio y lo primero que descubrieron sus ojos fue su mirada. No tenía la menor idea de cuánto tiempo había pasado fuera, pero ahora que regresaba, ella estaba ahí esperándolo sin una pisca de reproche, sin un reclamo, por el contrario, se sentía feliz de volver a verlo. —Te he extrañado tanto— dijo ella con voz dulce. —He tenido cosas que hacer —respondió él con un ligero sentimiento de culpa. Ella, se acercó y le tapó los labios con un beso. Su aliento aún olía a formol, aunque las demás funciones del cuerpo, parecían normales. —No importa —le susurró al oído —ya estás aquí y no vamos a perder el tiempo con reclamos. Era una mujer casi perfecta. Perfeccionada por él en su laboratorio secreto de la vieja casona, sabía complacerlo sin reproche; sin embargo, su obra maestra tenía un defecto. Pensaba demasiado, razonaba con total facilidad y rapidez, como si en ...

El sendero— Rolando José Di Lorenzo—Cristian Cano

El sendero— Rolando José Di Lorenzo—Cristian Cano  Las aves se callaron y detuvieron su vuelo, las mariposas se alejaron de las flores y los perros comenzaron a llorar. El viejo detuvo su andar, algo estaba mal, lo notaba en el aire, ya era como los animales de su quinta, si no veía presentía y esto no era nada bueno. El gato bajó de un salto del árbol y me metió bajo los leños. La tarde silenciosa y quieta se estaba terminando, parecía que el mundo se hubiera detenido, aunque la oscuridad seguía avanzando. El viejo tomo asiento en su reposera y comenzó a balancearse lentamente. Como no sabía lo que estaba pasando decidió esperar, solo que a su edad eso no era desesperante, esperar era parte de su vida y tampoco le daba miedo la situación. La noche terminó ganando el espacio como todos los días, pero esta vez algo era distinto. Entonces, lo vio: en la noche se abrió un camino levemente iluminado, y desde el fondo de ese paisaje venia un perfume suave y fresco traído por una b...

Síndrome del Espejo — Ada Inés Lerner, Rolando J.Di Lorenzo, Vladimir Koultyguine

Síndrome del Espejo — Ada Inés Lerner, Rolando J.Di Lorenzo, Vladimir Koultyguine Tomás Zamler estaba casado con Raquel Minujin y a pesar de que auténticamente amaba a su esposa, le fue infiel. Esta relación irregular terminó tras una aventura con la hija de uno de sus compañeros de trabajo. Luego con una enfermera según él mismo cuenta la historia a sus amigos. —Amo a mi esposa, no más desvaríos —Sus compañeros no le creen mucho. Y es porque él ha mostrado signos de infidelidad en el pasado —Algunas personas se tragan pastillas, yo soy infiel. Todos tenemos nuestros vicios. —Tomás vuelve a ser infiel a su mujer con una joven enfermera a pesar de que el "círculo vicioso" parecía haber terminado. Un paciente con Síndrome del Espejo o Síndrome de Zelig (lo que ocasiona que adopte las personalidades de personas que se encuentran en la misma habitación), se ve que está atraído a la personalidad dominante de Ambar Volakis, lo que los lleva a tener un diálogo combativo...

UN MINUTO ANTES – Vladimir Koultyguine, Rolando José Di Lorenzo- Ana María Caillet Bois

UN MINUTO ANTES – Vladimir Koultyguine, Rolando José Di Lorenzo- Ana María Caillet Bois Todo estaba preparado. El traje ligero para la superficie, cuya parte esencial era el respirador, y no sistema de presión artificial,  los instrumentos, la cámara, el rover. Faltaba abrir la puerta. Dentro de menos de un minuto, la humanidad pisará por  primera vez el suelo de un planeta fuera del Sistema Solar. Pero algo detenía a la figura en el traje espacial, con el casco oblicuo, en la puerta. La arena bajo la nave era como de una playa. Y pisando esa suave arena, se acercaba a la nave una impresionante morocha, que no debería medir menos de 2 metros y estaba acompañada por otras mujeres similares, al fondo se veía un mar de color turquesa, casi sin olas, que se extendía hasta perderse de vista. El astronauta se preguntó horrorizado, si lo que veía era la realidad, o estaba afectado por alguna exótica enfermedad del espacio. La chica no dejó de caminar, llegó casi hasta la pu...

Una cucaracha singular - Claudia Lonfat & Rolando José Di Lorenzo —

Una cucaracha singular - Claudia Lonfat  & Rolando José Di Lorenzo —Les digo que es un insecto inteligente —vociferaba Demetrio ante la mirada incrédula de Catulo y Rodrigo, mientras que la cucaracha se plantaba frente a Catulo y movía sus antenitas. Rodrigo levantó el puño con la intención de aplastarla, pero Demetrio se lo detuvo y lo torció violentamente provocándole un grito. — ¡Estás loco! —Exclamó indignado —no te digo que es inteligente. Ahora Catulo y Rodrigo se reían a carcajadas. —Se los voy a demostrar —dijo Demetrio metiendo al insecto en una caja de fósforos —Hagan una pregunta relacionada con nosotros, de manera que la respuesta tenga que ver con alguno, y van a ver como ella se queda frente al indicado. —Empiezo yo —dijo Rodrigo. — ¿Quién es el mejor jugador de dados? Demetrio abrió la caja y la cucaracha fue directa a Catulo. —Suerte de principiante —dijo Catulo —Hagan otra pregunta—insistió Demetrio — ¿Quién es el mejor escritor?—le pre...

RECUERDOS PERDIDOS----Rolando José Di Lorenzo

RECUERDOS PERDIDOS Rolando José Di Lorenzo Salió esa tarde a caminar como de costumbre, Pedro, no tenía ya otra cosa que hacer, solo le quedaba recordar, el tiempo pasaba y cada día se sentía más cansado; ese cansancio no era solo físico era también mental. No recordaba si el destino o la vida le habían jugado en contra, hasta eso se le había perdido. Andaba lentamente por las calles de la ciudad que lo había visto nacer, hacia mucho, mucho tiempo. Quizá hubo en su vida alguna época luminosa, o por lo menos mejor que la última. Y Esa tarde trataba de recordar precisamente esos momentos. Necochea era distinta en aquellos días, todo era más tranquilo y silencioso. Las veredas y las casas eran agradables, los árboles eran jóvenes y se escuchaban los pájaros. Los chicos jugaban en las calles, llenándolas de pelotas y bicicletas. La gente vivía segura en sus casas. Él mismo era distinto entonces, tenía expectativas, pero a medida que pasó el tiempo todo fue cayendo a su alrededor y...

TE LO DIGO DE CORAZÓN — Rolando José Di Lorenzo

TE LO DIGO DE CORAZÓN   — Rolando José Di Lorenzo    Como todos los días, Jorge abrió la puerta y entró. No era bueno, él lo sabía, pero era su responsabilidad y aunque no se sentía bien, igual lo haría: enfrentar el problema repetido de todos los días.   Abría esa puerta y todo cambiaba, pero no lo podía evitar. Tenía que hacerlo, tenía que ir allí siempre.    Aunque también alguna vez, le había sucedido, que entrando por otra puerta, igual lo había encontrado.   Una vez adentro, levantó la mirada con valor y luego de mirarlo unos segundos, le dijo con la voz quebrada:   - Te lo digo de corazón,  no tenes una idea de lo que has cambiado-   - ¿Yo cambiado? Vos sos el que es totalmente distinto, te lo aseguro -  Le contestó el otro.   - Que equivocado estás, no solo eso, sino que me porfias sobre algo que es indiscutible, con solo mirarte, vos también lo notarías-.   - Que locura tenés ...

TARDE - Rolando José Di Lorenzo

Tarde tarde se hizo, muere la noche no puedo desprenderme de tu piel No puedo dejar de rozar mis labios En este paisaje conocido y amado Que siempre siento virgen. Es tarde, el tiempo lo hace. Y no puedo dejar de mirarte Mis ojos que te ven siempre Siguen sin creer lo que ven Mis manos que viven en tu piel La recorren descubriéndola. Ya aclaró, el día está aquí el sol se mete por la ventana Y yo, sigo vivo en vos

LADY GODIVA—Ana Inés Lerner. Rolando José Di Lorenzo, Vladimir Koultyguine Mario Ruiz

LADY GODIVA—Ana Inés Lerner. Rolando José Di Lorenzo, Vladimir Koultyguine Mario Ruiz,  tenía algunos defectos que su esposa Raquel toleraba por amor y porque ella comprendía que nadie es perfecto pero la avaricia y soberbia de Ruiz hería la de sus amigos y vecinos. Raquel insistía en señalarle esto, hasta que él se enojó y la conminó a que trabajara limpiando, aunque le pagaran migajas. Ruiz no iba a proveer más nada a su esposa ya que ella era tan generosa con los demás.    —Veamos Lady Godiva —le espetó con dureza. Ella no respondió, se acordó de la vieja leyenda y con una acida sonrisa se metió en el dormitorio, preparó un pequeño bolso con mínima ropa y delante de él, se fue de la casa. Mario lo tomó como un berrinche y poco le importó esa actitud—Ya volverá cuando tenga hambre y frio—pensó, haciendo un gento de desdén.  Pero Raquel no volvió esa noche y tampoco al día siguiente—Esto es mucho—se dijo y salió enfurecido. Al cabo de un año, se preocupó d...

El Rayo — Rolando José Di Lorenzo, Luciano Doti & Ada Inés Lerner

El Rayo — Rolando José Di Lorenzo, Luciano Doti & Ada Inés Lerner “El Rayo” estaba cansado, realmente cansado, veinte años de superhéroe eran mucho para él. Se repetía constantemente que Superman o Batman tenían más de cincuenta o sesenta años, pero no le servía. Él había sido además un superhéroe de poca monta, no tenía el brillo, ni el fuego, ni el hielo y mucho menos la velocidad de los otros. Era un justiciero de barrio de una insignificante ciudad, había ayudado a muchos vecinos con serios problemas, pero solo eso. A tal punto llegaba su decepción, que comenzaba a reprocharse el día en que decidió ser “El Rayo”; si hasta le resultaba absurdo autodenominarse así, con ese nombre tan pretencioso. Se miraba al espejo, ataviado con su traje  y una mueca brotaba en su cara. Ella lo entendería. Si estuviera con él, lo abrazaría y... Bueno, si ella aún estuviera ahí, significaría que jamás habría ocurrido el motivo por el cual él se convirtió en “El Rayo”. Si ella aún estu...

Un asesinato más – Carlos Enrique Saldívar, Rolando José Di Lorenzo & Sergio Gaut vel Hartman

 Selma se marchó a toda velocidad del lugar del crimen, mientras Virginia permanecía escuchando el chapoteo del moribundo en las aguas bajas de la laguna y la voz de Lizzy; hablándole al perro como si fuera un ser humano, parecía una de esas letanías que entonan los monjes.  Habían asesinado a Matías entre las tres  y cada una de ellas reaccionó de una manera distinta, tal vez respondiendo al eco de la propia historia.  El crepúsculo cayó. Virginia pensó que Selma era una floja y casi con seguridad las delataría, mientras se asombraba de la indiferencia de Lizzy, a quien solo le importaba el perro. Selma seguía corriendo aterrorizada y lo único que quería era poner distancia con el horror, mientras que Lizzy había quedado anclada en un pensamiento obsesivo: — todo estará bien sin Matías; hemos hecho lo que corresponde.  Virginia se puso de pie cuando la víctima dejó de moverse y advirtió que Selma salía de un extremo del bosque y regresaba tras dar un ampl...

Síndrome del Espejo — Ada Inés Lerner, Rolando J.Di Lorenzo, Vladimir Koultyguin

Síndrome del Espejo — Ada Inés Lerner, Rolando J.Di Lorenzo, Vladimir Koultyguine Tomás Zamler estaba casado con Raquel Minujin y a pesar de que auténticamente amaba a su esposa, le fue infiel. Esta relación irregular terminó tras una aventura con la hija de uno de sus compañeros de trabajo. Luego con una enfermera según él mismo cuenta la historia a sus amigos. —Amo a mi esposa, no más desvaríos —Sus compañeros no le creen mucho. Y es porque él ha mostrado signos de infidelidad en el pasado —Algunas personas se tragan pastillas, yo soy infiel. Todos tenemos nuestros vicios. —Tomás vuelve a ser infiel a su mujer con una joven enfermera a pesar de que el "círculo vicioso" parecía haber terminado. Un paciente con Síndrome del Espejo o Síndrome de Zelig (lo que ocasiona que adopte las personalidades de personas que se encuentran en la misma habitación), se ve que está atraido a la personalidad dominante de Ambar Volakis, lo que los lleva a tener un diálogo combativ...

Zoofilia — Ada Inés Lerner, Luciano Doti, Rolando J.Di Lorenzo

Zoofilia — Ada Inés Lerner, Luciano Doti, Rolando J.Di Lorenzo —Vladimir tiene relaciones sentimentales con nuestras vecinas. Además organiza fiestas hasta horarios intempestivos —se quejaron varios colindantes. Un quisquilloso denunció a Vladimir de haber organizado una orgía y ocultado el crimen de Anastasia, una oveja negra, en el fondo del terreno lindante, mientras él y su familia estaban de vacaciones. La policía investigó, punteó la zona denunciada. Vladimir dijo en su descargo que la relación sentimental había terminado hacía tiempo, pero ella se negó a abandonar la casa que fuera cobijo de aquel hermoso amor. El hombre siguió explicando que, luego del terrible desencuentro, pasaron unos días sin hablarse; porque aseguró que lo hacían. —¡Aunque parezca mentira ! —dijo con dramatismo—, con las miradas nos comunicábamos, porque el amor todo lo puede. Pero luego de eso, Anastasia, que decía no amarme más, no se iba, me decía que quería volver a la normalidad y encontrar...