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Mostrando las entradas de junio, 2011

EL

A lo lejos se escuchaba una música, si, era música, no estaba muy seguro pero eso parecía, lo raro era que no se veía nada solo el horizonte, todo era raso, pelado, de donde podría salir esa música, quizá algún duende la estaba tocando para el, para guiarlo hacía su camino, alguien lo estaba cuidando, alguien lo acompañaba, sería esto cierto? Ya no estaría tan solo? Comenzó a caminar hacia el sonido, cada vez más rápido, a pesar del cansancio que tenía, sería una flauta dulce tocada por el flautista de Hamelin? No, el no era una rata… quien podría ser? No importaba mucho en ese momento el seguía y seguía ilusionado, ese era su camino, si, por fin lo había encontrado, pero por el entusiasmo no vio el poso y era hondo con mucho barro en el fondo y allí cayo, ya no se escuchaba la música, ya no se escuchaba nada y estaba mojado y sucio, otra vez.

EL

Se sentó un momento sobre una piedra del camino, como para descansar un poco, pero sobre todo para pensar en cuales serían sus siguientes pasos, hacia la derecha o a la izquierda, atrás o adelante, para colmo no se escuchaba nada, hasta los pájaros había dejado de cantar, seguramente era ideal para un momento de reflexión, pero sobre que reflexionaría el en ese momento, además la piedra en la que estaba sentado tenía unas puntas que ya se le clavaban hondo y le hacían doler, como para pensar

EL

Solo es mas difícil todavía, como haría para llegar, para reconocer el camino, pensó que el viento le traería los olores conocidos, pero no, eso pasa solo en los cuentos, o a los perros, quizá viendo el movimiento del sol se daría cuenta hacía donde tenía que ir, pero estaba nublado, muy nublado, no se había dado cuenta de que el cielo estaba cubierto con esas nubes negras y gordas que solo le traerían mas problemas, mejor no mirarlas, pero comenzó a llover, siempre igual, siempre igual

EL

Le dijeron que la cosa no era así, pero el siempre fue cabeza dura, no quiso escuchar y siguió y siguió hasta que se cansó, no pudo más, no le daban mas las piernas, los brazos y se rindió, quedó allí tendido, como dormido, solo sus ojos tristes se movían lentamente como buscando un nuevo horizonte, algo que lo hiciera sentir de nuevo con vida, pero era difícil ya oscurecía y allí se quedó