EL
A lo lejos se escuchaba una música, si, era música, no estaba muy seguro pero eso parecía, lo raro era que no se veía nada solo el horizonte, todo era raso, pelado, de donde podría salir esa música, quizá algún duende la estaba tocando para el, para guiarlo hacía su camino, alguien lo estaba cuidando, alguien lo acompañaba, sería esto cierto? Ya no estaría tan solo? Comenzó a caminar hacia el sonido, cada vez más rápido, a pesar del cansancio que tenía, sería una flauta dulce tocada por el flautista de Hamelin? No, el no era una rata… quien podría ser? No importaba mucho en ese momento el seguía y seguía ilusionado, ese era su camino, si, por fin lo había encontrado, pero por el entusiasmo no vio el poso y era hondo con mucho barro en el fondo y allí cayo, ya no se escuchaba la música, ya no se escuchaba nada y estaba mojado y sucio, otra vez.